NBA | MAVERICKS 143 - PELICANS 130

Un Doncic sublime dirige un festival

El esloveno se exhibe en un tiroteo ofensivo en el que, junto a Porzingis, controla la producción explosiva de Zion. Son ya cuatro victorias seguidas para unos Mavs que aceleran.

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Fue un espectáculo. Y fue un partido del que no saldrá precisamente ningún aspirante a Defensor del Año. Pero, eso sí, fue un espectáculo. Los Mavericks, de paso, metieron al zurrón la cuarta victoria seguida y la quinta en seis partidos. Y poco a poco, no por casualidad ya con todos los que sufrieron las bajas por los protocolos sanitarios en marcha, los texanos van viendo la luz: 13-14 después de un triunfo de posicionamiento ante un rival (ahora 11-14) también enfrascado en su propio intento de recuperación tras un inicio de temporada pésimo.

Después de una racha óptima (cuatro victorias seguidas), los Pelicans se han llevado dos zurras porque, básicamente, han dejado de defender. Nunca habían encajado 25 triples y los han recibido de Bulls (129-116) y Mavericks en dos partidos consecutivos. Los Mavs, por cierto, tampoco habían llegado a 25 convertidos nunca. El tiroteo los dejó en 143 puntos. Un festival del que salieron con muy buena cara. Y ya llegará el momento de ponerse a defender. O eso espera Rick Carlisle. Y Stan Van Gundy, que se tiraba de los pelos contemplando la sangría a la que fue sometido su equipo, descoordinado y sin comunicación atrás.

El partido dejó muchos números monstruosos, con cuatro jugadores de 25 años o menos en 30 puntos o más por primera vez en la historia de la NBA: Brandon Ingram sumó 30 con 5 rebotes y 5 asistencias para unos Pelicans que vieron como la percusión de Zion Williamson se disparaba hasta los 36 (con 2 y 4). El tremendo ala-pívot solo falló un triple abierto, ya en la segunda parte. Acabó en 14/15 en tiros, 10/10 en una primera parte sísmica en la que se abrió camino de mil formas en las zonas y sumó 23 puntos.

El problema para los de Louisiana es que por el descanso pasó también en 23 puntos un Porzingis que anotó de forma muy distinta a Zion: 6 triples para un 8/13 total y 36 puntos con 7 rebotes. El cuarto chaval con más de 30 fue, claro, Luka Doncic, que reventó el tope de su carrera y acabó con 46 puntos, 8 rebotes y 12 asistencias en otra actuación prodigiosa. Solo sumó 3 pérdidas y firmó un 17/30 en tiros con un 5/8 en triples. En el tercer cuarto enlazó tres triples en menos de dos minutos y en pleno festival anotador de los Mavericks, a los que no les importó encajar puntos en cascada porque siempre eran capaces de sumar más. Y mejor: 58% total en tiros, 25/45 desde la línea de tres.

Con las estrellas a toda máquina, los secundarios de los Mavs también influyeron más, al menos Finney-Smith (14+5) y Jalen Brunson, ese estupendo base multiusos (13+6+7). Puntitos de Richardson Y Hardaway terminaron de llenar el granero ante un rival atroz en defensa. Lonzo Ball acabó con 12 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias (más números que peso esta vez), Bledsoe en 16+4+4 y Willy Hernangómez sigue con su lugar asegurado en la rotación: 22 minutos, 10 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias. Buen momento para el madrileño, nuevo bache para su equipo. Que no despega. Al contrario que los Mavericks, que han rectificado a tiempo y van claramente a más a lomos, siempre, de Luka Doncic. Un genio que va de récord en récord.