El Unicaja detuvo una de las rachas más negativas de su historia, 13 derrotas de 14 partidos, diez de ellas consecutivas, tras ganar con autoridad a un Fuenlabrada espeso de ideas y que añoró a su cañonero Leo Trimble, ausente por lesión. Los malagueños cogen moral y aire para afrontar la Copa del Rey contra el Barcelona en tanto que el Fuenlabrada se complica los garbanzos. Primera victoria de la era Fotis Katsikaris.

El Fuenlabrada, con la baja de Leo Trimble que en el Carpena amargó a los malagueños con 27 puntos y cuatro de valoración, salió con una camiseta especial LGTBI como mensaje para desterrar cualquier tipo de discriminación por orientación sexual o identidad de género en el ámbito deportivo. Por parte del Unicaja, la ya conocida marginación de Ferrari en el banquillo y Gerun que ya ni va convocado.

Con Nzosa en el cinco inicial, Unicaja empezó con una defensa muy agresiva y ocho puntos seguidos de Thompson. El marcador a los 9’ era tremendo: 8-24, una diferencia que creció hasta un no menos increíble 10-30. El cuarto ideal de los de Katsikaris terminó 12-30 que marcó en definitiva el destino del partido

El Fuenla mejoró mucho en el siguiente parcial con un 12-4 de parcial (24-34) con la garra de Urtasun y Eyenga, pero se volvió a atascar y Unicaja recupero su ventaja (24-44 min. 17), tras un tiempo muerto de Katsikaris donde lanzo un mensaje sobre los peligros de la relajación. Se llegó al intermedio con 29-45.

Unicaja no relajó su trabajo defensivo ni desconectó como en otras ocasiones. Los fuenlabreños, intentaban de todas las maneras imaginables apretar un marcador que, por el contrario de ensanchaba. A los 33’ la distancia creció hasta los 25 puntos (48-73). Insalvable para los locales que pudieron maquillar el desastre hasta el menos rotundo 68-85 del final. Otro muy buen partido de Nzosa con seis rebotes, cuatro tapones y sensación de que lo mejor está por llegar para este chaval de 17 años. En el Fuenla el mejor con diferencia fue Urtasun con 11 puntos y 19 de valoración.