El Casademont Zaragoza da un nuevo paso adelante
El equipo de Sergio Hernández confirma su mejora, se impone al Obradoiro y le gana el average. Dos triples de Brussino en el último cuarto, claves.
El Casademont Zaragoza confirmó ante el Mombus Obradoiro su recuperación y volvió a dar un nuevo paso adelante en su objetivo de alejarse definitivamente de la parte baja de la tabla y empezar a ver posible hacerse un hueco entre los ocho mejores al final de la primera fase.
RESUMEN
83 - Casademont Zaragoza (23+17+17+26): Sulaimon (11), Ennis (12), Barreiro (11), Hlinason (8) y Benzing (1) -cinco inicial- Javi García (7), Brussino (22), Harris (11), Justiz y Bray.
70 - MoNbus Obradoiro (22+17+18+13): Pozas (3), Robertson (8), Cohen (2), Daum (10) y Enoch (18) -cinco inicial- Koniaris (4), Czerapowicz (5), Beliauskas (4), Birutis (14), Suárez, Muñoz y Oliver (2).
Árbitros: Pérez, Padrós y Sánchez. No excluyeron a ningún jugador.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 23 de la Liga Endesa disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza a puerta cerrada.
El equipo aragonés, además, consiguió superar al gallego en el 'basket-average'. La muñeca se le calentó a Brussino junto cuando más lo necesitaba su equipo en el último cuarto y con dos triples consecutivos, al que siguió un tercero de Harris, rompió un partido que se había movido siempre con ventajas mínimas y en el que solo en el último minuto se superó la barrera de los diez puntos de diferencia.
Tanto zaragozanos como gallegos trataron de imprimir velocidad a su juego desde el inicio, una actitud que les llevó a cometer más de un error, lo que les impedía abrir diferencias claras en el marcador. El dominio lo alternaban unos y otros a base de rachas de acierto de Brussino por los locales o Enoch por los visitantes.
En la primera mitad, la mayor ventaja la consiguieron los hombres de Sergio 'Oveja' Hernández con un parcial de 6-0 para irse hasta los siete puntos de distancia que contrarrestaron los gallegos con un 2-8 que les mandó al vestuario tan solo un punto por debajo en el marcador.
Los dos equipos no clarificaron sus ideas tras el descanso y el juego se volvió más espeso, con los hombres interiores como principales artífices para sumar puntos, aunque la igualdad era tal que tras el empate a 47 con dos puntos de Sulaimon a los tres minutos de la reanudación, aragoneses y gallegos registraron hasta seis igualadas consecutivas.
Los diez minutos finales se iban disputar con equilibrio en el electrónico y ambos conjuntos cometiendo demasiados fallos ante el aro rival. Un triple inicial de Barreiro en esos diez últimos minutos pareció que podía romper la dinámica del juego, pero rápidamente quedó claro que habría que esperar a la entrada en acción de Brussino para que se produjera el punto de inflexión para los zaragozanos. Los gallegos fueron víctimas de su precipitación cuando vieron que la derrota era inevitable y que también iban a perder el 'basket-average'.