Tyus: el Madrid ficha a uno de sus verdugos en la final de Milán
Un clásico de la Euroliga, con 32 años, que no ocupa plaza de extracomunitario y que pone músculo e intimidación en las zonas. Fue campeón de Europa con el Maccabi en 2014.
Con 32 años y pasaporte israelí, un asunto fundamental porque se necesitaba un jugador no extracomunitario, Alex Tyus llega al Real Madrid. Es un clásico de la Euroliga, un jugador que debutó en la competición en 2012, con el Cantú. Dos años después, en 2014, fue campeón de Europa con el Maccabi, en una final de recuerdo muy amargo para el Real Madrid.
Era un Maccabi que llegó como tapado a la Final Four que se celebró en Milán. Pero que ventiló en semifinales al CSKA, de milagro, y en la final al Real Madrid, en la prórroga. Fue un mal día de los blancos, que llegaban como favoritos ante un rival que era un lobo con piel de cordero: David Blatt era el entrenador (a punto de irse a entrenar a los Cavaliers de LeBron James) y en plantilla estaban Tyrese Rice, Joe Ingles, Ricky Hickman, David Blu, Devin Smith, Sofoklis Schortsanitis… y Tyus, que promedió en esa Euroliga 10,9 puntos y 5 rebotes y que fue elegido Jugador del Mes en abril, semanas antes de proclamarse campeón. Era su primera temporada en el Maccabi Tel Aviv después de un año en el Cantú y de otro, el primero en Europa, en el Maccabi Ashdod, la puerta a la vida profesional después de no ser drafteado por ninguna franquicia NBA en 2011.
En esa final, no estuvieron a su mejor nivel ni Llull, ni Rudy, ni Mirotic… el Real Madrid había hecho una temporada tremenda y había arrasado en semifinales al Barcelona (100-62). Perseguía su primera Euroliga desde 1995, la que ganó en su casa (Madrid 2015) un año después, la que había perdido en el O2 de Londres en la final de 2013, donde le fulminó una segunda parte increíble de Spanoulis. En Milán fueron las trampas defensivas de un tahúr como Blatt y la aparición de Tyrese Rice, el base que luego tuvo un feo paso por el Barcelona y que se agigantó en una prórroga que decidió el título: 14 de los 26 puntos del base llegaron en esos fatídicos 5 minutos extra en los que el Real Madrid se quedó sin fuerzas. El Maccabi era un bloque más físico con Smith, Hickman y un Tyus que fue el segundo jugador más valorado del campeón en el partido del título: jugó 34 minutos y acabó con 23 de valoración: 12 puntos, 11 rebotes, 3 tapones.
Después pasó por el Efes, donde no brilló en una temporada (2015-16), el Galatasaray (14,3 puntos y 5,2 rebotes en la Euroliga), otra vez Maccabi, UNICS Kazan, de nuevo Galatasaray… y ahora el Real Madrid, con el que regresa a una Euroliga donde es un clásico: 176 partidos, 10,5 puntos y 4,6 rebotes de promedio. Muy físico y de poderosa envergadura, es un pívot de 2,03, unos 100 kilos y de mucho trabajo defensivo, intimidación y juego por encima del aro. Ya veterano, no es exactamente un relevo del lesionado Anthony Randolph sino una pieza más para el juego interior, donde dará relevos a Tavares en el puesto de pívot puro. Un jugador con experiencia, energía y que puede encajar muy bien con el estilo del Real Madrid de Pablo Laso. Uno que lleva una década fuera de Estados Unidos después de su etapa de cuatro años con los Gators de Florida. Natural de St Louis y con pasaporte israelí tras representar a este país en el Eurobasket 2013, tiene ahora la oportunidad de brillar en el Real Madrid y, quién sabe, devolver al club parte del disgusto que le dio en 2014, cuando todavía se buscaba con ahínco la primera Euroliga de la era Laso. Después han llegado (por ahora) dos, en 2015 y 2018.