Abalde bate su récord: 24 puntos
El Madrid vence en Andorra con una destacada actuación del alero gallego y acabará como líder la primera vuelta. Rudy sufrió un tirón en el glúteo y no volvió a jugar.
El Madrid llegó a Andorra con bajas y muy exigido por el calendario, pero en racha positiva. El espejo del MoraBanc reflejaba una imagen parecida tras afrontar un partido casi cada dos días durante el último mes, aunque sin el exitoso bagaje visitante. Y ahora ya sí, definitivamente, sin billete para la Copa. El camino recorrido por los dos este lunes no cambió nada, la misma fatiga y otro triunfo blanco en un día en el que Rudy, con un tirón en el glúteo, se unió a Llull, Deck y Randolph en la lista de lesionados. Y en un día en el que Alberto Abalde batió el récord anotador de su carrera: 24 puntos (5 de 6 de dos y 4 de 8 de tres), 15 en el primer cuarto. Más 3 asistencias en 31:56 en cancha para 27 de valoración.
Venció el Madrid como acostumbra, con intermitencias forzadas por la situación, pero con Laso manejando la rotación para que el bloque alcanzara los más lozano posible el tramo decisivo. Resistir para resolver al final, como en Atenas, Estambul, Tenerife… Una victoria que le asegura el primer puesto de la primera vuelta liguera y jugar el jueves y no el viernes los cuartos de la Copa, lo que puede desahogar el camino al título con una jornada de descanso si alcanza las semifinales.
Pese a padecer en el rebote, pudo romper antes el duelo, en el tercer periodo. No lo hizo. Mérito de un Andorra negado hasta entonces en el lanzamiento y que encontró a sus triplistas para aguantar primero e igualar después el pulso: del 34-42 al 53-53. Cinco cañonazos en siete minutos. “Remar hasta el final sin éxito”, se lamentaba Ibon Navarro.
Embestida final sin Tavares
Así ocurrió, a falta de 8:30 y con empate, el Madrid se guardaba un demarraje, un 0-10 que lo dinamitó todo. Lo hizo sin Tavares (12 rebotes) en pista y con un único pívot, Thompkins (de nuevo, destacado), y culminó el parcial con cuatro exteriores (Taylor hacía de cuatro) y ningún base puro, ya que Abalde entró por Laprovittola.
Atrás quedaba una buena racha de Carroll y luego vendría otra de Causeur. Y atrás se quedó la energía de Paulí ejerciendo de base reboteador (7 capturas) y la de Olumuyiwa, que con cuatro canastas seguidas de fuerza niveló la balanza en el segundo cuarto. Senglin, eso sí, tuvo una tarde para olvidar. Malas decisiones y buena defensa madridista: Abalde también lució ahí. La temporada acelera y ya no espera a nadie.