BILBAO BASKET 81-GIPUZKOA BASKET 80
Al Bilbao le toca la lotería
El Gipuzkoa Basket falló tres tiros seguidos para la victoria en el últimos suspiro en un partido dominado por los nervios. Lesión de Echenique en la rodilla que pinta muy mal.
Mumbrú y Nicola fueron dos grandes jugadores. Baloncestistas de gran pedigrí que vivieron en equipos con aspiraciones a todo como Joventut y Madrid, el primero; y Baskonia, Panathinaikos y Barcelona, el segundo. Amén de su paso por sus respectivas selecciones. Pero esa carrera no hace que el banquillo sea para nadie un sillón relajante y dorado. Justo lo contrario. El argentino ha ido pasando por Murcia, Lietuvos y Forli sin mucha trascendencia. Llegó al Gipuzkoa, lo ascendió gracias a un auto judicial y ahora maneja la peor plantilla de la ACB. La permanencia para ellos sería un milagro. Y Mumbrú inició su andadura con la pizarra hace dos años y medio. Deshizo el camino hacia la LEB que cuajó de jugador en su cargo de entrenador, el curso pasado hizo una temporada memorable y en la actual está sudando como nunca.
Así que el partido entre Bilbao y Gipuzkoa tenía un aroma a final por la permanencia. Se notaba. Aunque en el tramo final se vieron verdaderos canastones. El drama se mascaba y se acentuó aún más cuando cayó lesionado Echenique a falta de 2:39, en una acción con Aminu. Le colgaron otra bola y se lesionó la rodilla derecha. Algo antes recibió un golpe en la izquierda, pero solo había sido un susto. Esto pintaba muy mal al ver al chaval llorar. Le retiraron en camilla y con él se marchan el 80 por ciento de las posibilidades de permanencia de su equipo.
Al RETAbet le tocó la lotería. Tres tiros finales tuvo el GBC para ganar y no encontró el aro. Con doce segundos para abajar y el incierto 81-80, erró un triple Dee, hasta entonces estelar en la distancia larga y después hizo lo propio Span. No contentos con eso, los donostiarras cogieron otro rebote ofensivo. Radoncic, que ya antes había encontrado el hierro en un triple clave desde la esquina perfectamente liberado, se lio y no encontró un disparo ganador. Un borrón a un muy buen partido del canterano del Madrid. Y final trepidante de un partido que era un manojo de nervios, con canastones durante cuatro minutos antes de llegar a ese tramo con tanto suspense. Tomàs abrió la veda de la emoción con una canasta lejana. Luego hubo que revisar un balón dividido entre Dee y Brown, que acabó en manos del jugador local. El colofón fue pura adrenalina, un broche a un partido que tuvo de todo.
El GBC se agarró como una lapa a un encuentro que le podía deparar la vida. Con dos victorias, la pista se ve como un potro de tortura. Claro que los bilbaínos tenían solo una más. El choque empezó con mucho ritmo, parecía que había poca ropa que guardar. Kulboka esta vez sí tenía el día. Y los porcentajes de los visitantes eran irrisorios, aunque no les iba mal, solo perdían por seis. Brown encaraba y estaba en plan estelar, aprovechando sus muelles. El rebote y la defensa interior de los pupilos de Mumbrú eran su gran lastre. Dee entró en combustión para empatar a 45, pero ahí clavó un 9-0 el Bilbao Basket, incluyendo una técnica al banquillo donostiarra.
Los bilbaínos siempre dan sensación de que no tienen control de juego. Y eso que Rousselle dio todo lo que tiene dentro para llevarse el choque. Jenkins anotó un par de canastas de esas de muñeca de seda que deciden encuentros. También vio técnica, por abrir la pierna para una hacer ver una falta en ataque. Todo se dirigió a un final apretado, pura tragedia. En el cara o cruz, la suerte sonrió a los locales.
Mumbrú: "Lo único positivo es que hemos ganado"
Mumbrú subrayó que "lo único positivo" del partido frente al Acunsa GBC fue "la victoria" por 81-80, un triunfo vital frente a un rival directo por la permanencia en la Liga Endesa que da oxígeno a los 'hombres de negro'.
"No ha sido buen partido. No hemos estado finos ni tuvimos una buena lectura. Hemos estado mal, pero cuando juegas mal hay que ganar también", destacó el técnico catalán en declaraciones realizadas en la sala de prensa del Bilbao Arena.
Mumbrú añadió que era un encuentro "difícil de jugar por la situación de los dos equipos" y "con más presión" para el Bilbao Basket por su condición de local.
"El primer cuarto fue igualado. Hemos estado bien, sobre todo defensivamente en momentos, pero muy obsesionados en buscar alguna ventaja que no encontrábamos y provocando pérdidas tontas que hemos prolongado todo el partido. Normal, pero demasiadas", lamentó.
El técnico añadió que cuando tenían en partido "controlado", ya en el último cuarto, "la ansiedad de querer ganar" provocó que se les complicara la victoria. "Estuvimos un poco ansiosos y eso ha provocado que ellos se vinieran arriba y nosotros un poco abajo. Al final tuvimos esa suerte en pequeños detalles que nos faltó en otros partidos. Estos partidos son difíciles de jugar", concluyó.
Nicola: "Ellos apostaron por dejarnos tirar y hemos fallado"
Nicola lamentó que "los fallos en tiros abiertos" cometidos por sus jugadores "condicionaron" el partido y derivaron en la derrota encajada por el equipo donostiarra en Miribilla frente al RETAbet Bilbao Basket (81-80).
"Ellos apostaron por dejarnos tirar y hemos fallado. Además de los tres últimos tiros en el final fallamos mucho. El partido se ha decidido por episodios, no por cosas importantes. Es meter o fallar", incidió el técnico del equipo guipuzcoano en la rueda de prensa que ofreció tras el encuentro.
Nicola destacó además que su equipo "compitió hasta el final", pero demandó que de cara al futuro deberán "estar más sólidos mentalmente" para revertir la delicada situación clasificatoria en la que se encuentra el Acunsa GBC, colista de la Liga Endesa.
"Ha habido algunos pequeños detalles que hacen que llegues al final con más o menos confianza. Hay que seguir trabajando y estar con las ideas más claras y la concentración más alta para no cometer estos errores", concluyó el técnico de Rafaela.