Se acabó el martirio: Wall brilla en su vuelta... ¡737 días después!

Después de un inicio de temporada marcado por el COVID, una suspensión, cuarentenas y los rumores constantes sobre James Harden… los Rockets ganaron su primer partido tras dos derrotas más o menos comprensibles, por la precariedad de su situación y por los rivales (Blazers y Nuggets). En su tercer partido, los texanos recibían (con 3.247 aficionados en las gradas, un extraño soldout) a Sacramento Kings, una de las sorpresas positivas del arranque de temporada y un equipo que aunque perdió demostró que está en buena sintonía competitiva. Sin tener un gran día en cuanto a eficiencia, no faltó nunca la energía colectiva. Y eso en los sufridos Kings (3-2 ahora) es una excelente noticia.

Pero ganaron los Rockets (122-119) en un final milimétrico en el que Buddy Hield y De’Aaron Fox fallaron triples para empatar. Los titulares del backcourt sumaron 41 puntos… con un 6/22 desde la línea de tres. Tampoco fue el mejor día (sobre todo en la primera parte) del brillante rookie Tyrese Haliburton, y Marvin Bagley no dejó de hacerse líos en el poste: 4 puntos, 1/9 en tiros. Así que, sin estar finos, los Kings tuvieron opciones hasta el final y de hecho mandaron durante casi todo el último cuarto: 97-104 a seis minutos del cierre, cuando vivían de aprovechar una catarata de errores y pérdidas de los Rockets. En total los mejores fueron Harrison Barnes (24 puntos, 8 rebotes), Richaun Holmes (22+13) y un Bjelica que cambió el aire al ataque tras el atasco que generó Bagley.

Pero en ese tramo final apareció, cómo no, James Harden, tan criticable fuera de la pista como difícil de cuestionar en ella. Al menos en regular season: 16 puntos y una asistencia para los últimos 18 puntos de los Rockets, en total 33+8 y 6 rebotes para un equipo que por fin, COVID mediante, enseñó algo parecido a su forma real, al menos en este inicio de temporada y mientras se resuelve el futuro de Harden. Con el crecimiento señalado de Christian Wood (21 puntos, 12 rebotes) y dos debuts sonados: DeMarcus Cousins anotó 8 puntos (con un triple nada más salir) en 14 minutos; y John Wall se fue a 22 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias, con errores (8/20 en tiros) pero muy buenas sensaciones físicas y acciones explosivas (la primera, un mate tremendo con la zurda) que recordaron al Wall de antes. Fue, conviene no olvidarlo, su primer partido desde el 26 de diciembre de 2018. Después de un tormento de 737 días, John Wall volvió a ser jugador NBA. Y dejó las suficientes buenas intenciones como pareja de Harden (veremos si dura) y a las órdenes de Stephen Silas, un entrenador al que le está pasando de todo en su estreno como head coach pero que está dejando una excelente impresión, trabajando por ahora muy cuesta arriba y en clima totalmente enrarecido. Ahora ya tiene, además, su primera victoria NBA.