Jordan Loyd ejerce de verdugo del Valencia Basket

Jordan Loyd ejerció de verdugo en la Sala Pionir y frena la tendencia del Valencia Basket en Euroliga, devolviendo a la victoria al Estrella Roja tras cinco derrotas consecutivas en la competición. El ex de Valencia Basket (20 puntos y seis asistencias) acompañado por Johnny O'Bryant (15 puntos, cuatro rebotes y una exhibición de físico) mantuvo el mítico pabellón de Belgrado como territorio prohibido taronja en la máxima competición continental. Klemen Prepelic, el mejor de los de Ponsarnau junto a Labeyrie, erró en la última acción del encuentro y perdió un balón en el perímetro con tres abajo y todo por decidir. Quino Colom presenció la victoria de su nuevo equipo, caprichos del destino, desde la grada.

Labeyrie comenzó el encuentro como un ciclón. El ala-pívot francés se echó el equipo a sus espaldas en los primeros minutos y suyos fueron 10 de los primeros 15 puntos del encuentro, pero el ataque coral de los de Obradovic, con un Jordan Loyd, segundo máximo anotador de la Euroliga, bien controlado en los primeros compases, mantenían a los serbios en el partido (14-15). La presencia en la pintura de O'Bryant y el escurridizo Davidovic, que anotó tres canastas seguidas de tipo listo, comenzaron a cambiar la tendencia. Mientras, Prepelic empezaba a asomar en el encuentro.

El segundo cuarto comenzó con un Estrella Roja al alza espoleados por el Corey Walden. El base norteamericano se sumó dos canastas seguidas, con robo incluido, para dar la primera ventaja a los locales (24-22). A partir de ahí, los de Belgrado comenzaron a cimentar la diferencia a base de dureza y acierto. Derrick Williams, con tres fallos consecutivos, alimentó la distancia. Loyd empezaba a carburar en ataque (ocho puntos), con un triple que pudo suponer diez puntos de diferencia y que solo una torpe falta de Reath frenó el arreón del ex de Valencia Basket, que con una penetración dejó el encuentro a nueve puntos de diferencia (33-24), obligando a Ponsarnau a parar el partido. Una distancia que se repetiría durante todo el cuarto. O'Bryant, con su 2'06, hizo de todo: corrió la pista, anotó en transición y lució mano desde el triple. Imparable. Ni si quiera los 13 puntos de Prepelic sucumbieron al arreón de los de Obradovic (42-36).

Tras el descanso, Valencia Basket salió con otra actitud, pero los tiros no acaban de entrar. La defensa, eso sí, comenzaba a hacer acto de presencia en el partido. Loyd, por su parte, se vestía de anotador letal. El campeón de la NBA anotó desde el perímetro para poner la máxima del encuentro (48-36). Desde la pintura, los de Ponsarnau recortaron distancias, obligando a actuar a Obradovic por primera vez en el encuentro. La conexión Hermansson-Tobey, dio alas en Belgrado. El islandés con un triple (54-49) y buscando al interior americano (2+1 y alley-oop marca de la casa) les metieron en partido (55-54). Ahí fue cuando Posarnau decidió cambiar las tornas y dio entrada a Josep Puerto para defender al segundo máximo anotador de la Euroliga. El canterano frenó la sangría y Labeyrie se encargaría de llevar el partido con todo por decidir en el último cuarto con un triple desde la esquina a pase de Hermannson (57-57).

Reath y Puerto se medían desde el perímetro en los primeros compases del último acto. El de Almussafes, que bailaba con la más fea, también lucía en ataque. Triple y asistencia a Derrick Williams, con un 2+1 incluido, y acierto desde la línea para devolver la ventaja (65-67). Fue momentánea, en el siguiente ataque, Loyd empataba el encuentro y desplegaba sus alas. Posarnau, mientras, apostó por llevarse el partido desde la defensa y con un paso adelante de un desacertado Dubljevic. Entró Kalinic y Vives pasó a defender al escolta americano. Pero el ex taronja estaba modo imparable: 20 puntos y nueve consecutivos para lanzar a su equipo al triunfo (74-71).

Ahí entraron los minutos del pánico. Davidovic reapareció en escena para anotar sobre la bocina con Dubljevic haciendo todo lo posible por dificultar el lanzamiento. Con todo por decidir, precisamente Labeyrie le ganó la partida al serbio y se fue a la línea para dejar el partido a tres con 56 segundos por jugar. Defensa y balón taronja para llevar el partido a la prórroga, pero a Prepelic, que había entrado para asumir ese tiro, se les escapó en el balón en el último instante.