El Valencia Basket brilla en Grecia y se afianza en el Top-8

El Valencia Basket dio un golpe en la mesa y presentó su candidatura, de forma definitiva, para acabar entre los ocho primeros. Los taronjas dejaron atrás los tropiezos ante Zenit y Alba y encadenan su quinto partido seguido ganando lejos de La Fonteta. Palabras mayores. La sonrisa de Ponsarnau tras el partido le delataba. Suma su novena victoria (la primera en Grecia en 17 años) e iguala en la tabla al Real Madrid y Bayern, compartiendo la tercera plaza. Además, es el máximo anotador y el mejor asistente de la competición.

Brilló el grupo y lo hicieron las individualidades. Dubljevic volvió a demostrar que es un pívot dominante en Euroliga: 20 puntos, 9 rebotes y 29 de valoración en apenas 22 minutos de juego. Williams, quizás, firmó su partido más completo desde que llegó. 16 puntos, 4 rebotes y sobre todo, la sensación de que las dudas que exhibía se van evaporando. Y después está Kalinic. Su estadística no siempre la hace justicia. Esta vez sí, porque estuvo en todos lados: 14 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias.

Además de la victoria, el Valencia aleja a un rival directo como el Olympiakos, un equipo heleno al que la lesión de Printezis y la poca aportación de Spanoulis le mermaron. Y el basket-average también se pone de cara. Pero lo mejor son las sensaciones. Cada vez hay más piezas acopladas y aún hay margen de mejora. Un triunfo el viernes en Belgrado le puede poner muy arriba.

El Valencia Basket cuajó una de las mejores primeras partes de la temporada. Quizás ha tenido chispazos más brillantes a lo largo del año. Pero dos cuartos seguidos tan sólidos, nunca. Con San Emeterio y Dubljevic comandando la nave, el rodillo taronja maniató al Olympiacos en su casa y fue una ametralladora en campo contrario. Prepelic, Labeyrie, Kalinic...Todos anotaban. Dominio en la pintura, acierto en el triple (5 de 10 en la primera mitad) y esta vez además añadió la anotación en transición, donde Williams brilló con un par de contraataques, uno de ellos un mate de concurso. Después de que el americano pusiera una renta considerable (22-35, min. 12), un arranque del Olympiacos, con Spanoulis dirigiendo a los de El Pireo, supuso un 10-2 de parcial que dejaba la renta taronja en casi nada. Sin embargo, Fue el único lapsus taronja. Volvió a coger el mando y le devolvió el parcial con un 4-13, con un triple de Prepelic, en transición, que ponía la máxima renta hasta el momento (36-50, min. 19). Un 2+1 de Harrison y dos libres de Prepelic dejaron la renta en +13 para los valencianos.

Tras el paso por los vestuarios, Sloukas y Jean-Charles sacaron los dientes pero Dubi estaba en modo apisonadora. Aplastaba dentro y tenía la mano caliente de tres. Sloukas achicaba agua como podía y McKissic intentaba plasmar en la cancha, con cuentagotas, su exuberancia física. Pero cada vez que el Olympiakos se acercaba, el Valencia golpeaba duro. Tres triples consecutivos de Prepelic, Dubljevic y Williams pusieron la máxima renta (54-71, min. 27) en todo el partido. En ese momento, los de Bartzokas se vieron en la lona y con más corazón que juego pusieron un 11-3 de parcial que volvían a meterle en el partido. Un palmeo de Tobey lo dejó en +11 con un cuarto por jugar.

Un cambio muy grande debía experimentar el Olympiacos para que se le escapara la victoria al Valencia. McKissic asustó con un triple y Jean Charles puso el 72-80. Fue lo máximo que se acercó el equipo rojiblanco aunque tuvieron tiro para poner el miedo en el cuerpo a Ponsarnau. Tras varios intercambios de canastas, el Valencia dio el golpe definitivo con dos canastas seguidas de Williams y Kalinic más dos libres del serbio (76-90), a falta de 2:40 para el final. Con Vassilis Spanoulis en el banquillo, no temblaron las piernas.