El Bilbao Basket no sale de la enfermería esta temporada
Rigo cayó para lo que queda de temporada, la COVID tumbó a Hakanson y ahora están tocados Balvin, el jugador franquicia, y Serron. Tiene una 'final' ante el Estudiantes.
Una de las frases más repetidas por Mumbrú esta temporada es: todo lo que no nos ha pasado estos dos años nos ha venido junto ahora. Desde que ha arrancado la campaña no ha dejado de tener problemas. Primero con aplazamientos por causas ajenas, después por los malos fichajes de Jones y Moses, ambos ya fuera de Bilbao, luego por el coronavirus y ahora por las lesiones.
De toda la línea exterior solo se ha salvado de la enfermería Brown, que viene de medio año parado por una lesión en el tobillo. Rigo cayó de gravedad y hubo que buscarle un sustituto: Kljajic. Un positivo de un miembro del cuerpo técnico dejó al equipo sin poder entrenarse nada más que un día durante toda una semana y así tuvo que visitar al Betis. Luego se contagió Hakanson. Balvin se dañó el tobillo con la República Checa en la última ventana FIBA, aunque no había nada en juego porque están clasificados para el Eurobasket, y no pudo jugar ante el Andorra. Le están realizando pruebas y es duda para mañana, en la importante visita del Estudiantes.
Hakanson ha dejado atrás el COVID y el jueves tras el partido ante el Andorra estuvo ejercitándose de forma individual en Miribilla, pero está muy castigado físicamente. Pulmonarmente no aguanta muchos esfuerzos. Serron arrastraba una cojera visible por molestias en una rodilla, no está bien y en gran medida su juego depende del físico. El joven Betolaza también se torció el tobillo ante el equipo pirenaico.
"Físicamente llegamos algo justos, serán duda Ondrej (Balvin), Q (Serron) y Ludde (Hakanson). La de Ondrej, además, es una duda bastante alta", desvela un Mumbrú que apunta que lo que ha hecho su equipo tras caer ante el Andorra ha sido "recuperarse, que físicamente era lo primero". Y luego lamentó no haber podido "preparar mucho" el partido. "No hemos tenido días, pero hemos intentado estar bien en nuestras cosas y saber que recibimos a un equipo que juega bien a baloncesto y que está bien entrenado. Va a ser un partido difícil", resumió su visión previa del choque ante un Estudiantes "que sabe a lo que juega" a pesar de las cuatro derrotas seguidas con las que llega a Bilbao.
"Tiene buenas defensas que pueden ir cambiando y mutando y son agresivos y juegan con confianza en ataque. Será un partido complicado", asumió el técnico de un equipo que, aún sin estar en puestos de descenso, solo suma dos triunfos en lo que va de curso y encara el encuentro con un 2-9 en el balance de victorias-derrotas en la Liga Endesa que le tiene muy obligado. No obstante, las referencias anteriores a este choque en Bilbao son netamente favorables a 'los hombres de negro', que ganaron en las seis últimas visitas estudiantiles. La de la temporada pasada un 87-80 liderado por Brown (20 puntos y 21 de valoración) y Rousselle (16), dos exteriores posiblemente con escaso relevo en la rotación que se perfilan claves para las posibilidades de victoria de su equipo. Sobre todo si no juega Balvin, que tiene en vilo a Mumbrú y a todo el entorno del conjunto vasco.