El Real Madrid ha decidido inscribir en la Euroliga a tres canteranos que pertenecen al equipo filial que compite en la Liga EBA, la cuarta división, pero que en los últimos meses han venido trabajando con la primera plantilla. Son los bases Juan Núñez (1,92 m y 16 años) y Matteo Spagnolo (1,93 y 17) y el pívot Tristan Vukcevic (2,09 y 17). Este último, hijo del exjugador Dusan Vukcevic, debutó el pasado 11 de octubre en Gran Canaria con el primer equipo, el 15º canterano que lo hace con Pablo Laso de entrenador. Por cuestiones del protocolo sanitario del club, en septiembre y octubre Tristan solo trabajó con la primera plantilla y no con sus compañeros en edad júnior. Igualmente, realizó la pretemporada y ya el pasado sábado participó en el duelo inaugural de la EBA con 16 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias en la victoria ante el CB Pozuelo por 101-95.

En ese encuentro también estuvieron Spagnolo (23 tantos y 6 rebotes), que se estrenó con el Madrid el pasado 8 de marzo frente al Zaragoza, en el último partido antes del parón por el coronavirus (y previamente lo había hecho con la selección de Italia), y Juan Núñez (7 puntos y 5 robos). Este, con solo 16 años, es el único de los tres que no ha debutado con el primer equipo, pero se quedó muy cerca con 16 años recién cumplidos, ya que viajó con la plantilla a la pasada fase final de Valencia disputada en la segunda quincena de junio con formato burbuja.

En la lista del Madrid para la Euroliga también se encuentran Usman Garuba y Boris Tisma, en su primera temporada como jugadores séniors, aunque el alero croata apenas ha participado hasta ahora. En total, cinco canteranos que podrían jugar en cualquier momento, dos de ellos bases, así que habrá que ver cómo les afecta la salida de Campazzo a la NBA.

El club, que se ha movido en el mercado buscando un director de juego con pasaporte comunitario (Deck tramita la nacionalidad española, pero sigue siendo extracomunitario, al igual que Thompkins), debe decidir si ficha a alguien que sustituya a Campazzo de manera inmediata. O bien si espera un poco a evaluar la situación (no solo del equipo, sino de las competiciones por el coronavirus) o si decide no hacer movimientos por la crisis económica derivada de la pandemia. Incluso, podría contemplar que la contratación de un pívot es más urgente que la de un base. Tavares no tiene relevo como cinco puro y vienen ocupando esa posición tanto Garuba como Thompkins. Como directores de juego están Laprovittola y Alocén, mientras que Abalde podría echar una mano. Llull, también, aunque este curso ejerce de escolta a tiempo completo.

Campazzo, el adiós y sus derechos en caso de volver

El tiempo vuela y ya se conocen las fechas clave para el comienzo de la NBA. El mercado se abrirá finalmente el 20 de noviembre a las seis de la tarde de Nueva York, es decir, debido a la diferencia horaria, con el inicio del sábado 21 en España. Desde ese momento, Facundo Campazzo puede cerrar oficialmente un contrato multianual para jugar en la NBA previa desvinculación con el Real Madrid, con el que renovó en verano de 2019 hasta junio de 2024 con una cláusula de salida de seis millones de euros.

Según el calendario, al base podrían quedarle tres partidos de blanco, este viernes en Belgrado ante el Estrella Roja, y el miércoles 18 (Maccabi) y el viernes 20 (Fenerbahçe) en el Palacio. Si la firma con la NBA se dilata, el argentino seguirá vinculado al Madrid y jugando como hasta ahora. En principio, no más allá de noviembre, ya que el 1 de diciembre debe empezar la pretemporada en EE UU.

Campazzo comunicó al club el pasado mes de mayo su intención de marcharse a la Liga norteamericana y tras una serie de desencuentros, la situación se recondujo el pasado agosto. Todo está claro entre la entidad y el jugador, cuyo salario en lo que va de campaña, de agosto a noviembre, ha ido destinado a hacer frente a una parte de los seis millones de la cláusula, que abonará en varias anualidades, como hizo Mirotic entre 2014 y 2019. El club blanco, si se cumple lo previsto inicialmente, se guardará sus derechos ante una hipotética vuelta a Europa.

De los seis millones de euros, las franquicias pueden desembolsar sin que afecte al límite salarial apenas 750.000 dólares, sin embargo, el deportista sí puede destinar a ese pago el 15% del salario total de su contrato (la cantidad bruta acumulada en todos los años firmados). El resto lo debería abonar del salario neto, una vez descontados los impuestos. Teniendo en cuenta todo lo anterior, al base le saldrían los números para mantener su poder adquisitivo (en el Madrid supera ligeramente los tres millones de euros brutos anuales hasta 2024) si el contrato NBA es de al menos tres años y por encima de los seis millones de dólares por campaña. El desenlace, a la vuelta de la esquina.