EUROCUP | MORNAR BAR 90 - UNICAJA 80
El Unicaja firma un nuevo ridículo en Montenegro
Los malagueños hicieron otro partido deplorable y se estrellaron ante un Mornar Bar que hizo 58 puntos y le barrió de la pista en los dos primeros cuartos.
Era difícil de imaginar, pero el Unicaja podía caer aún más bajo de lo que lo hizo el sábado ante el Manresa. El equipo de Luis Casimiro firmó otro partido deplorable y perdió con estrépito en Montenegro ante el Mornar Bar, donde no llegó a estar ni cerca de pelear la victoria en ningún momento del encuentro. La segunda jornada de la Eurocup supuso la confirmación de que este Unicaja está muy cogido con pinzas y no encuentra el rumbo ni dentro ni fuera de la pista.
Sólo tuvo unos pocos minutos aceptables el conjunto cajista (5-11, minuto 4), que no fue capaz de darle continuidad a su juego y permitió varios arreones del equipo montenegrino en el primer cuarto. Primero un 11-0 (16-11, minuto 5) y luego un 7-0 (25-19, minuto 9). El Mornar Bar no se salió ni un milímetro del plan esperado. Lanzaron a canasta siempre que tuvieron oportunidad y aprovecharon la mala defensa cajista para encadenar canastas. Los 28 puntos encajados por el Unicaja en 10 minutos, 12 de ellos desde el tiro libre (Vranjes sumó 7 de 7), dejaron muy a las claras que el trabajo defensivo verde era muy deficiente (28-22 al final del primer cuarto).
El Mornar Bar puede ser un equipo peligroso cuando es capaz de generarse tiros cómodos. Y así desarboló al Unicaja en el segundo cuarto, en el que bombardeó el aro malagueño desde el perímetro (7/11 en triples en el segundo cuarto). Vranjes, que anotó 7 tiros libres en el primer acto, cambió de registro y lideró el vendaval montenegrino con tres triples en el segundo periodo. Además, anotaron desde fuera otros cuatro jugadores locales en los primeros 20 minutos: Pullen (2 triples), Needham (2), Gabriel (1) y Sehovic (1). Un huracán ante el que Casimiro fue incapaz de encontrar respuestas. Su equipo se arrastró por la pista sin intensidad y agresividad y alcanzó el descanso con una desventaja de 19 puntos (58-39).
El Unicaja intentó tirar de orgullo tras el intermedio y mejoró algo sus prestaciones defensivas. El Mornar Bar estuvo casi cuatro minutos sin anotar y los malagueños redujeron la distancia a once puntos en cuatro minutos y medio (61-50 a falta de 5:31 para el final del tercer cuarto). Pero dos triples de Whitehead y uno de Pullen volvieron a poner tierra de por medio (69-52, minuto 27). Al Unicaja, más consistente debajo de su canasta, le faltó lucidez y acierto en ataque para estrechar más el marcador (71-56, minuto 30).
Dos triples consecutivos de Alberto Díaz alimentaron la esperanza verde. Un espejismo. Al Unicaja se le resistió la barrera psicológica de los diez puntos hasta el último minuto (83-74) debido a su horrible toma de decisiones en determinados momentos del cuarto final y también en parte por su desacierto desde el tiro libre (11/20). El partido murió sin que los malagueños llegasen siquiera a tener opciones. Otro descalabro más en un inicio de temporada horrible que obliga a hacer una autocrítica integral en todos los departamentos del club. El proyecto está sumido por completo en las dudas y el futuro a corto plazo se presenta muy poco halagüeño para el Unicaja.