El Estudiantes acaba con la maldición del Fernando Martín
Dovydas Giedraitis da la primera victoria esta temporada a los colegiales con tres tiros libres. Los ramireños llevaban 13 años sin ganar en Fuenlabrada.
13 años, 7 meses y una semana. Ese era el tiempo que llevaba el Movistar Estudiantes sin ganar al Urban Fuenlabrada en el Fernando Martín. Toda una condena. Un Templo Maldito que parecía inexpugnable, un precipicio cuya descenso no tenía fin: caía, caía y caía sin encontrar el fondo. Era un tormento para los colegiales, que desde hace años ponían en rojo su partido en el Sur de Madrid. Pero era siempre agua. Ni con monstruosas actuaciones como la de Edwin Jackson en 2017 (39 puntos) ni con el Fuenla a un paso del descenso.
RESUMEN
81 - Urbas Fuenlabrada (16+22+19+24): Trimble (28), Emegano (15), Meindl (5), Vene (11), Upshaw (12) -quinteto inicial-, García (2), Ehigiator, Bobrov, González, Bellas (2), Samar (2) y Eyenga (4).
82 - Movistar Estudiantes (18+12+25+27): Robertson (7), Avramovic (20), Vicedo (10), Brown, Arteaga (16) -quinteto inicial-, Giedraitis (6), Gentile (12), Cvetkovic (6), Djurisic (1), Delgado (4) y Koumadje.
Árbitros: Iyán González, Vicente Bultó y Emilio Pérez. Sin eliminados.
Incidencias: partido de la cuarta jornada de la Liga Endesa disputado en el Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada (Madrid) sin público.
Una herida profunda que un chico de 20 años cerró 4.970 días después. Con una sangre fría asombrosa y desde la línea de tiros libres, Dovydas Giedratis dio la primera victoria de la temporada al Estu. El escolta anotó tres tras recibir la falta Meindl y con solo 2,2 segundos por jugarse. Un temple inexplicable por edad, pero no por calidad, porque el lituano tiene a raudales en una muñeca prodigiosa. El Fuenla tuvo la oportunidad de, al menos, igualar el duelo, pero Robert Upshaw, que estuvo genial a partir del descanso, falló a la media vuelta un lanzamiento bien defendido por Víctor Arteaga, otro de los grandes del día.
Fue un cara o cruz. Y en esta ocasión cayó a favor del Estudiantes, que comenzó bien, se deshizo como una azucarillo antes del descanso, fue a ráfagas en el tercer cuarto y mantuvo los nervios en el último. En los minutos iniciales, la asociación Arteaga-Roberson fue un filón en el bloqueo y continuación central ante un Upshaw lento, que no llegaba y se ahogaba, un Ehigiator desdibujado (7 minutos, 3 faltas) y un Chema González testimonial. No había respuesta fuenlabreña y el pívot conquense acumulaba 10 puntos con un 5 de 6 en el lanzamiento y 11 de valoración en 9 minutos. Cerró su mejor actuación del curso: 16 (8 de 9) y 19. Eran 12 tantos en la pintura de los colegiales sin oposición para el 16-18 al concluir el primer cuarto.
Pero todo en la casa colegial cambia con un suspiro. Melo Trimble se entonó. La fórmula Giedraitis sobre él no tuvo mucho éxito. El base, que la pandemia evitó que jugará con los colegiales la temporada pasada, encontró su traje a medida y descerrajó 6 tantos en 5 minutos, 13 al llegar al descanso y cerró su exhibición con 28, 5 de 8 desde el triple. Los de Paco García se dispararon en el marcador (38-30) ante una falta alarmante de concentración en la defensa de su rival: muchas canastas fáciles, irrisorias en múltiples ocasiones. Su 2 de 10 en triples tampoco ayudaba… hasta que Avramovic se puso serio en el redebut de Gentile con los azules. El italiano, más delgado que en su primera etapa, hizo 12 puntos.
Un cara o cruz
No dudo. El escolta volvió a los orígenes para llegar a los 21 tantos, a pesar de su 1 de 7 en triples (sino se puede por un lado, pues por el otro): penetración, penetración y penetración para que su rival no se fuera más allá de la decena de puntos de diferencia… y tuvo oportunidades: 54-45 a falta de 3:40 para concluir el periodo, con Emegano de ejecutor. Vaya jugador tiene el Fuenla ahí: 15 puntos, 9 en el tercer cuarto, con un tobillo dolorido desde el principio del choque. Upshaw le cogía el tranquillo al día (12 tantos, 9 rebotes, 20 de valoración) y Vene sacaba a relucir esa muñequita que dios le ha dado para castigar.
El Estu amagaba, pero no pegaba. 45-42, 54-51, 54-53, 57-55. Siempre recibía un portazo en las narices. Cvetkovic tiró por la calle de en medio: triple desde 8 metros y primera ventaja colegial (57-58) desde el 5-6. Partido nuevo. Partido de parciales. Pequeños, elásticos y volátiles con la mejor versión de Vicedo y la vuelta al mundo de Roberson (5 de sus 7 puntos en ese lapso), que dejó todo para los últimos segundos y para la manita de Giedraitis. Tres aciertos desde la línea personal que quitan un peso histórico en la conciencia colegial. 13 kilos ni más ni menos.