El Gernika hace historia y peleará por su primer título
Eliminó en la prórroga al Valencia (68-62) liderado por la extaronja Buch. Los detalles, como dos errores de Allen, decidieron un choque igualado entre equipos que se conocen bien.
La cita comenzó con enorme ritmo para las visitantes, con Ouviña estelar: 0-14. Roundtree entonces salió a la pista para dar poso al Lointek, que apadrinó su propio parcial: 16-1. A partir de ahí, la igualdad fue máxima. Ninguno de los dos equipos pudo despegarse y las valencianas tuvieron que lamentar la lesión de una muy activa y destacada Raquel Carrera, aparentemente un esguince de tobillo. Al descanso se fueron con empate a 27.
Alrededor de 200 aficionados, cumpliendo estrictamente los protocolos de seguridad, presenciaron en directo este partido. Las normas sanitarias vigentes en la Comunidad Autónoma Vasca autorizan un aforo máximo de 600 personas que, en este caso, incluyen a los miembros de los equipos, de la organización, representantes institucionales, patrocinadores y una treintena de periodistas.
La Federación Vasca de Baloncesto fue la encargada de distribuir esas dos centenares de invitaciones restantes entre sus clubes. Los asistentes han accedido al pabellón ordenadamente una media hora antes de comenzar el partido después de tomarse la temperatura y protegidos con mascarilla.
Una vez en el interior, donde se había colocado los expendedores de gel y alfombrillas desinfectantes, los seguidores se han diseminado en las gradas del pabellón de Miribilla, con capacidad para 10.000 personas, guardando sin problemas la distancia de seguridad. Esta Supercopa es la primera competición oficial femenina de baloncesto después de la suspensión de la pasada temporada por la pandemia del coronavirus.
El último partido fue, el 8 de marzo, la final de la Copa de la Reina que disputaron en Salamanca el Perfumerías Avenida y el Spar Girona, que también se van a medir en Bilbao en la segunda semifinal del torneo.