El Baskonia se lleva la Euskal Kopa del regreso del público
Se impuso al Bilbao en un buen partido en Mendizorroza, con la presencia de 445 espectadores, separados entre sí y repartidos por las gradas laterales.
El primer ensayo que se ha llevado a cabo con público en baloncesto durante la Euskal Kopa, en el polideportivo Mendizorroza de Vitoria, ha sido un alivio y una alegría. El deporte empieza a demostrarse a sí mismo que es posible la vuelta de la gente, su razón de ser, y la normalidad y la ausencia de incidencias han sido las notas características en casi dos horas en las que el viejo recinto vasco ha sido foco de atención en todo el país. Tal vez impulsados por esa grata presencia, Baskonia y Bilbao Basket han protagonizado un bonito espectáculo, un partido emocionante hasta los tres minutos finales, en los que los vizcaínos, ya sin fuelle y presos de la impotencia, se quedaron sin opciones.
En un recinto con 3.500 asientos, un total de 445 espectadores, repartidos a partes iguales en las dos gradas laterales, acudieron para presenciar el trofeo organizado por la Federación Vasca de Baloncesto. Esta fue escrupulosa para cumplir con la normativa y los protocolos establecidos por el Gobierno vasco y el resto de autoridades competentes que establecen un máximo de 600 asistentes en recintos cerrados, incluyendo deportistas y personal de la organización. El público entró al pabellón con mascarilla y respetando las distancias de seguridad en los accesos a un graderío en el que cada espectador estaba sentado en solitario, separado por dos butacas con el siguiente para dejar el metro y medio reglamentario y sin poder moverse por la instalación. Se prohibió comer para que la gente no se desprendiera de la protección. Al descanso no se levantó ni un alma. Mucho civismo. Todos los asistentes tuvieron que dejar el nombre y apellido y esos datos se guardarán durante dos semanas por si es necesario seguir el rastro de algún positivo.
Ahora se quiere ir más allá y los días 12 y 13 de septiembre se intentará meter más gente en Miribilla en la Supercopa femenina. Y la propia Supercopa Endesa que se celebrará el 12 en Tenerife y en la que tomarán parte TD Systems Baskonia, Real Madrid, Barça e Iberostar Tenerife también podría abrir la puerta a la afición visto el feliz ensayo de hoy.
El derbi fue un regalo para la vista, sobre todo a estas alturas de la preparación de ambos equipos, que comparecían con ausencias: Vildoza por parte baskonista y Hakanson y Serron por los vizcaínos. Como es un derbi y con un torneo oficial por medio, no hubo bromas, más bien bastante contacto físico al límite. Mucha leña. El RETAbet empezó muy suelto, con gran circulación del balón y un 0-9 le puso por delante con un colchón que le hizo navegar con más confianza: 10-15. Después se fue a ventaja de 11 con Rousselle imponiendo su juego alegre y Balvin dominando en la pintura. Hasta Betolaza, un apellido ilustre en Bilbao, tuvo tiempo para acumular experiencia y tuvo algún buen detalle, como un pase a una mano por línea de fondo para que rematara la canasta el pívot checo. echo un cable en el puesto de base el chaval ante la ausencia de Hakanson, como un atrevido Rigo y Brown.
La actividad era frenética por parte de los 'hombres de negro', a ambos lados de la pista. Su juego era muy equilibrado: los triples entraban con buenos porcentajes, el cuatro abierto (Kulboka) generaba espacios y los interiores se imponían bajo el aro. A Jones le encanta jugar por encima del aro y ese año su sociedad con Rousselle va a dar buenos frutos en el huerto de Mumbrú. Ambos desfilaron por faltas y eso acabó pesando. El Baskonia fue subiendo línea de presión y desgastó a Brown, Polonara, uno de los héroes del título conquistado en junio, está subiendo peldaños en la jerarquía del Baskonia y cuajó un partido soberbio para revalidar reinado vasco. El equipo de Ivanovic recuperó el mando a falta de 2:48 para acabar el tercer cuarto, gracias a su excelente defensa en medio campo. La 'fórmula Dusko'. robar, correr y anotar. O sacar faltas. El 71-70, con canasta de Balvin para ponerse a uno, fue el último vestigio de emoción. Los errores y las faltas a destiempo arruinaron la tarde a la tropa de Mumbrú en su tercer partido veraniego (victoria ante el Estu y tropiezos ante Burgos y TD Systems). Dos antideportivas, a Rousselle y Brown, y una técnica al base francés acabaron con la resistencia de un Bilbao Basket al que los pulmones no le daban para más ante el campeón de la ACB, que arrancó la pretemporada con derrota ante el Burgos y ya va entrando en el carril bueno.