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ACB | FASE FINAL 2020 | JORNADA 2

Prepelic entra en escena para dar la primera victoria a la Penya

Morgan apareció para forzar la prórroga y encarrilar esos cinco minutos de añadido. El Bilbao Basket tuvo el tiro para ganar de Rousselle por medio y al final le faltaron las fuerzas.

Lammers hace un rectificado ante Stevic
Lammers hace un rectificado ante StevicALBERTO IRANZODIARIO AS

Era terrenal el partido de los humildes, entre el duodécimo clasificado, que entró por los pelos en la actual fase, y el recién ascendido. No ver enfrente a los transatlánticos Barça o Baskonia es un alivio en esta competición envasada al vacío en La Fonteta. El que ganase se aferraba a la vida, sería un punto fundamental para tener esperanzas de una gesta hacia semifinales. La moneda salió cara para el Joventut porque llegó con más piernas a los momentos decisivos y controló los detalles. Por ejemplo, Morgan, estelar ante el Barça, estuvo muy agazapado y apareció en el momento clave, para forzar la prórroga (73-73) con un corte hacia canasta y abrir el tiempo suplementario con un triple y un mate. Y, claro, la Penya tiene a Prepelic, que condiciona todo. Cuando está se juega a una cosa y cuando descansa en el banquillo, a otra, aunque ese talante protestón cansa a cualquiera. Determina lo que pasa en ambos lados de la pista.

En el Bilbao Basket no hay un Prepelic. Lo había, Bouteille, para esos momentos calientes en los que el grupo se diluye y necesita al matador, pero hizo las maletas camino de Málaga. Ante su ausencia, no hay nadie que te saque del apuro. Las ausencias de Brown y Kulboka también se hacen notar. Rafa Martínez, Lammers, Sulejmanovic y Rousselle mantuvieron el tipo y el equipo vizcaíno dio lo que tenía, incluso gozó del disparo para ganar, un triple del base francés desde muy lejos con empate a 73, o dos lanzamientos libres y un tirito a media distancia muy característico de Lammers... no entraron. Lo importante fue de color verdinegro.   

El partido fue irregular, al filo, un toma y daca para acabar en ese final igualado. Omic se hizo grande bajo el aro y el Joventut no encontró esta vez a Morgan, como ocurrió ante el Barcelona. La apuesta de Duran es por los jóvenes y estos nunca te van a regatear entusiasmo. Nadan y nadan y meten un ritmo alto, sin pensar en que pueden acabar agotados. Y el Bilbao Basket nunca se rinde, aunque no tenía a tres puñales ofensivos. Se han merecido disfrutar de esta fase aunque las cosas no le están saliendo.

Durante muchos minutos pareció que la labor más coral de los bilbaínos iba a tener éxito, pero al final claudicaron faltos de fuerzas. Los de Mumbrú clavaron su buen arranque de día y medio antes frente al Baskonia, aunque sin mucha defensa. Se adelantaron 13-6 pasados los cinco minutos de choque. Pero la entrada de Prepelic, además generando puntos, llevó al Joventut a remontar el marcador hasta el 20-23 a poco del final de un primer cuarto que terminó 22-23 tras una canasta de costa a costa de Rousselle. Schreiner parecía tocado en la muñeca.

Los 'hombres de negro' estaban especialmente desengrasados en la línea de tres, un factor fundamental en su gran cuenta de resultados durante la temporada: 5/27 (19%). El final fue un cara o cruz. Y en la prórroga se vio que el RETAbet carecía de gasolina. A falta de 40 segundos, con 79-80, Omic cometió una falta sobre Lammers, que erró los dos tiros libres. La fortuna se alió con el Joventut, que tras un tapón sobre el pívot esloveno, agarró Morgan, quién si no, un balón medio perdido y asistió magistralmente a López Aróstegui en un corte a canasta. El getxotarra metió luego dos tiros libres tras antideportiva de Lammers para sentenciar.