En Israel y, este martes, en Alemania han decidido que tendrán baloncesto, que sus ligas se reanudarán en junio, no sin cierta polémica con los jugadores (“No me quedaré en casa. Si es seguro jugar, también lo es ir a un parque”, ha dicho Wilbekin, del Maccabi). La ACB quiere seguir la senda y se marcó como plazo máximo el 31 de mayo para resolver, pero trabaja con el convencimiento de que habrá partidos en España durante dos semanas en junio para proclamar a un campeón. Y antes aún, este lunes 25, la Euroliga debe decidir si reemprende la temporada o la cancela. Lo votarán los once clubes con licencia (Madrid, Barça y Baskonia, entre ellos), convocados a una junta ejecutiva de accionistas telemática. Con la mayoría simple es suficiente (seis equipos). El director ejecutivo, Jordi Bertomeu, solo tiene potestad para intervenir con su voto de calidad en caso de empate, lo cual se produciría únicamente si hay abstenciones. Luego, la Asamblea, donde sí participan los otros siete equipos (18 este año), debería ratificar la decisión.

La Euroliga presentará a los clubes el protocolo de actuación, todos los escenarios posibles, los pros y contras de reanudar la campaña y, también, la sede con dos pabellones que albergaría los partidos sin público. Ciudades de hasta diez países diferentes han manifestado interés en acoger el desenlace. Belgrado se ha mostrado muy activa, pero igualmente está sobre la mesa la opción lituana (Kaunas y Vilna, separadas por apenas 100 kilómetros, que funcionarían como sede única), Atenas, Salónica, Liubliana, Berlín y Colonia, que era donde se iba a disputar la Final Four, aunque solo tiene un pabellón. Son varios los clubes que han compartido sus reticencias a volver este curso y, a día de hoy, el no parece contar con ligera ventaja. Veremos el lunes.

Las fechas, aún con un pequeño margen de maniobra, comprenderían del 4 de julio (posible conflicto con la ACB) al 26. Y se disputarían las seis jornadas restantes de la fase regular (54 encuentros), algo clave para asegurar los ingresos televisivos pero que a la vez compromete el regreso, ya que obliga a movilizar a 18 equipos de 10 países diferentes en plena crisis sanitaria. Los ocho primeros se jugarían el título en una Final Eight, como en una Copa del Rey, cuartos, semifinales y final a duelo único.