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Scola: "Igual ya he jugado mi último partido como profesional"

El mítico pívot pasó por el programa “Confinados sin Basket” y repasó la situación mundial, el momento de su carrera, sus años en Vitoria, China y la NBA...

Scola: "Igual ya he jugado mi último partido como profesional"
EDUARDO CANDEL REVIEJODIARIO AS

“Confinados sin Basket” es una iniciativa que ha puesto en pie el periodista Sergio Vegas, colaborador de Radio Vitoria y DAZN y que lleva ya cinco programas on line. Ayer jueves, el Olimpia Milán tenía que haber jugado su partido de Euroliga en el Buesa Arena y, con Messina en el banquillo, habría vuelto a Vitoria Luis Scola. El mayor icono del club alavés, con 40 años, estuvo más de 50 minutos en el programa de Vegas desde su domicilio de la capital lombarda.

“Cuando empezó esta epidemia del coronavirus se especuló con la posibilidad de que el partido se jugara sin público, lo cual no me hacía mucha gracia, pero mira... ahora estamos sin gente en las gradas, sin Lega, sin ACB, sin Euroliga y sin Juegos Olímpicos. Todo ha ido muy rápido y ni siquiera sabemos cuanto tiempo va a durar. Todas esas cosas son ahora secundarias porque lo importante es la salud de las personas. Es en lo que nos tenemos que centrar”, aseguró el mitico pívot. “Me hubiera gustado abrazar a Dusko de nuevo pero, que quede claro, en el banquillo contrario al mío. No, en serio, es un entrenador que marcó mucho mi carrera para bien”. Eran tiempos de mucha dureza en los entrenamientos.

Sobre su futuro en activo, dijo que “ahora mismo no sé lo que puede pasar. Ni siquiera sabemos si se va a terminar la competición o si vamos empezar ya la nueva temporada cuando retornemos. Igual yo ya he jugado mi último partido como profesional, igual no. Puede que dispute los Juegos del 21 o igual no llego. Nadie imaginaba que yo fuera a jugar en China y ocurrió y nadie pensaba que viniera a Olimpia y aquí estoy. Es muy pronto para saberlo”.

Scola también recordó con cariño su desembarco en España cuando “apenas era un chaval. Estuve nueve años en Baskonia, siete jugando y dos cedido en Gijón, una ciudad que quiero volver a visitar. Recuerdo que el primer día que llegué a Vitoria con mi padre me hice socio de un videoclub para coger películas y pasar el rato. Luego ya me fui metiendo en las costumbres de la ciudad. Todavía no comprendo cómo se comen los chuletones tan crudos. La carne tiene que estar mucho más hecha, no quemada pero más hecha. Como en Argentina”, señaló.

Se especuló con otras posibilidades (Real Madrid o Baskonia) pero el pasado verano acabó desembarcando en Milán. “Yo estaba muy centrado en el Mundial de China y no quería pensar en nada más. Sé que fueron llegando ofertas pero le dije a Claudio Villanueva que no aceptara ninguna. Ni siquiera tenía claro si iba a seguir en activo o no. Los clubes, como es lógico, fueron cerrando sus plantillas porque tampoco me iban a esperar a mí. Messina sin embargo sí lo hizo. Terminó el Mundial, me respetó unos compromisos comerciales que tenía en China y luego me llamó para convencerme y fue cuando empezamos a hablar en serio”, indicó el ala-pivot bonaerense.

En Milán no puede usar el número 4 (icónico para él) porque en abril del 44 falleció uno de los fundadores del club y está retirado por la entidad de por vida. “Creo que Djordjevic sí lo llevó pero porque se equivocaron. Por eso elegí el 40 ya que así también puedo hacer un guiño a mi edad”, bromeó. Lo que más le gusta de Italia “es la comida y eso que yo no como harinas por lo que me pierdo muchas pastas y pizzas por ejemplo”, dijo. De su paso por China destacó que “es un país con un músculo increíble, parecido al de Estados Unidos. Pero le falta desarrollo y eso es algo que se nota también en el baloncesto. Tienen pabellones como los americanos y cuentan con los primeros descartes de la NBA, pero apenas tienen jugadores chinos de primer nivel internacional. Hay mucho dinero y muchas ganas de gastarlo pero le falta desarrollo. La experiencia fue fabulosa para mí, impresionante”.

Como ex jugador de la NBA también habló del torneo estadounidense. “Cuando era niño yo tenía tres sueños y los fui cumpliendo paso a paso: el primero, jugar en Europa. El segundo, ser internacional con Argentina y, por fin, el tercero era poder ir a la NBA. Los dos jugadores que más huella me dejaron fueron Kobe y LeBron pero también me impactaron Nowitzki y, últimamente, Antetokounmpo. Este último parece que juega a otro deporte al que practicas tú”.

Cuestionado sobre el base favorito en su carrera deportiva como compañero no se lo pensó. “Mira, he jugado con Lowry, Bennett, Campazzo o el Chacho pero, haciendo un cómputo de dentro y fuera de la cancha me tengo que quedar con Pablo Prigioni”, sentenció. Luis Scola volverá pronto a Vitoria a buen seguro. Ya sea para vestir la camiseta de Baskonia, como rival o para asistir a un momento que está cantado para cuando se retire. Al igual que le sucederá al Chapu Nocioni, su camiseta será elevada a las alturas del Buesa Arena para compartir espacio con las de Vidal, Rakocevic y, precisamente, Pablo Prigioni.