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NBA

Sueldos en el aire, hasta 1.000 millones en juego... las preguntas clave del parón de la NBA

Así afecta la crisis. ¿Cuándo se podría retomar la competición? ¿Qué pasa con los ingresos? ¿Habrá ayudas para los trabajadores de los pabellones?

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Sueldos en el aire, hasta 1.000 millones en juego... las preguntas clave del parón de la NBA
Alonzo AdamsUSA TODAY Sports

Durante la tarde del miércoles, la NBA estudió las medidas a tomar por la crisis del coronavirus. Todo estaba sobre la mesa pero, sorprendentemente, los contactos del comisionado Adam Silver con las treinta franquicias no condujeron de entrada ni siquiera a un plan mínimo de disputa de partidos a puerta cerrada. En paralelo, la NCAA sí anunció que el March Madness de 2020 se disputará, si finalmente se disputa, sin aficionados. Pero todo esto quedó atrás en cuanto se confirmó el positivo de Rudy Gobert. El pívot francés, que había bromeado a costa de las primeras medidas de contención de la NBA, se convirtió en el primer caso claro de una liga que, poco después, ordenó la suspensión de la temporada 2019-20. Los contactos y negociaciones continuarán hoy mismo, otra vez a un ritmo frenético. Pero esto es lo que se sabe por ahora:

¿Se retomará la temporada?

Ahora mismo es obvio que es imposible hacer cálculos exactos de qué va a pasar y en qué plazos. Pero desde luego la intención inicial, y lo confirmó Adrian Wojnarowski en ESPN, es que se pueda retomar la temporada 2019-20 en algún punto. Y seguramente con un calendario modificado y acortado. Por ahora, por lo tanto, hablamos de aplazamiento con la certeza de que, en función de cómo se desarrollen los acontecimientos, la cancelación definitiva podría ser una posibilidad.

¿Cuándo se podría volver a jugar partidos?

La pregunta del millón de dólares (de muchos millones en realidad) no tiene por ahora respuesta. Desde luego, ningún plazo sería inferior a las dos semanas que marcan los tiempos de cuarentena en el momento que hay un positivo. Pero es obvio que ese es un escenario irreal por optimismta. Algunos ya miran a la Liga china, que se paró a finales de enero y plantea su reinicio para primeros de abril. Eso marca un calendario de unas 10 semanas de suspensión. Ya antes del positivo de Rudy Gobert, Sam Amick publicó en el The Athletic que la NBA había pedido a las franquicias el calendario de actividad de sus pabellones hasta finales de julio. Como la NBA termina normalmente durante el mes de junio, cuando se disputan las Finales, eso ya planteaba un escenario de al menos un mes de parón.

¿Hay más casos además del de Rudy Gobert?

La NBA tiene que actuar ahora con máxima precuación. Por lo intenso de su calendario, el contacto entre los equipos es constante y a todos los niveles: pabellones de partidos y canchas de entrenamientos, vestuarios, hoteles, incluso aviones para trasladarse de ciudad a ciudad. Según Statmuse, un simple arco de cinco días conecta a todas las franquicias de la NBA por los partidos entre ellas. Los Jazz de Rudy Gobert han tenido contacto directo en solo ocho días con cuatro equipos: Toronto Raptors, Detroit Pistons, New York Knicks, Boston Celtics. Eso solo en cuanto a rivales. Uno de los árbitros del Jazz-Raptors tenía que arbitrar la pasada noche el Kings-Pelicans y por eso ese partido se suspendió en Sacramento. Los equipos afectados están en cuarentena y se está realizando los controles y test pertinentes. De ellos se obtendrá una información más clara del impacto directo del positivo de Gobert.

¿Pueden los equipos entrenar?

Tal y como indicó Mark Cuban, propietario de Dallas Mavericks, solo se han suspendido los partidos y los equipos podrían, al menos por ahora, mantener su actividad, siempre sin visitas externas y con el mínimo de personal. Adrian Wojnarowski, sin embargo, concreta que son bastantes las franquicias que por van a dar un par de días libres a sus jugadores a la espera de lo que vaya informando una NBA a cuya puerta llaman ahora todos en busca de información. La liga, por ello, ha pedido a todos los actores un margen mínimo para analizar la situación e ir dando pasos.

¿Cómo tienen acceso a los test los jugadores de la NBA?

Uno de los grandes problemas en Estados Unidos está siendo (y va a ser) la poca planificación y la poca disponibilidad (y a precios que superan los 1.500 dólares) de test básicos para saber si se es portardor del coronavirus. Los equipos de la NBA, aconsejados por la liga, ya habían hecho acopio de test en las últimas semanas. Stephen Curry, por ejemplo, se sometió a uno cuando tuvo síntomas de lo que acabó siedo una gripe común.

¿Seguirán cobrando sus nóminas los jugadores?

En principio sí, pero Bobby Marks (ESPN) advierte de que la pandemia se una de las razones que el convenio colectivo tiene previstas como motivos de limitación drástica del pago de salarios junto a otras como situaciones de guerra, terrorismo, sabotaje... Sin embargo, lo lógico sería que se intente mantener la situación dentro de la mayor normalidad con la vista puesta, de entrada, en retomar la competición en cuanto fuera posible.

¿Cómo afecta esto económicamente a la NBA?

El efecto puede ser devastador, eso es un hecho. En una temporada, además, que comenzó con la crisis abierta con el mercado chino por el tuit de Daryl Morey, general manager de los Rockets, a favor de Hong Kong. Eso ya hizo que se hablara de pérdidas de hasta 500 millones en un mercado absolutamente estratégico para la NBA. Ahora los ingresos están garantizados con un contrato blindado hasta el final de la temporada 2024-2025 y por el que Disney (ESPN, ABC) y Turner (TNT) acordaron pagar 24.000 millones por nueve años. Sin partidos, los ingresos directos de las franquicias se resienten de forma drástica. Cada encuentro en su pista le da a un equipo una media de unos 2 millones de dólares, cifra que va de los 3,5 de los Warriors, los que más, al poco más de un millón de Grizzlies o Pelicans. La diferencia entre San Francisco y Memphis o Nueva Orleans. Y eso solo en Regular Season ya que en playoffs estas cantidades aumentan mucho. Con 263 partidos en el limbo, el impacto estimado supera de base los 500 millones y algunos creen que podrían llegar a los 1.000: no solo es la venta de entradas sino también los párkings, patrocinadores, merchandising etc.

¿Influye eso en los salarios de los jugadores?

Radicalmente. El sueldo de los jugadores se establece a partir del salary cap, el tope salarial que pueden pagar las franquicias anualemente a sus jugadores. Esta cantidad se fija año a año y en ella influye drásticamente el BRI, Basketball Related Income. Es decir, todos los ingresos vinculados directamente a los partidos de baloncesto. Ahí entrán fundamentalmente los citados en el punto anterior, que tienen en la venta de entradas un punto de apoyo esencial. El BRI, los ingresos de la NBA, se ha movido en cifras de récord en los últimos años, y ronda los 8.000 millones anuales: en la temporada 2018-19, casi 7.700 con una subida interanual del 7,4%. La venta de entradas sigue siendo en torno a un 25% por el 30% que supone ya los acuerdos televisivos a nivel nacional. En 2000, esas cifras estaban en el 32% para la venta de entradas y el 26 para las televisiones. Hasta la suspensión, habían accedido más de 17,2 millones de personas a 967 partidos.

Por el último convenio, los jugadores se reparten casi la mitad del BRI, porcentaje inferior a la fijada por el anterior convenio. La NBA calcula el salary cap a partir del BRI del año anterior: 109,1 millones de dólares esta temporada y una estimación de 116 para la próxima que ya se había ajustado a la baja por el problema chino. Así que a menos ingresos, cifras más bajas para un salary cap que afecta a contratos máximos, mínimos, de escala rookie, mid level exceptions... y que se reflejará también año a año en los contratos multianuales, que se firmarán en función de las condiciones para la próxima temporada y se mantendrán pase lo que pase en el futuro. Una reducción drástica podría provocar también un repunte irreal en la temporada 2021-22. Para evitar este tipo de problemas, franquicias y jugadores podrían negociar para suavizar bajadas y subidas drásticas partiendo de la excpcionalidad de la situación. Con respecto a la crisis china, por ejemplo, se calculó que el salary cap se reduciría a un ritmo de en torno a 1,7 millones por cada 100 millones de impacto real en los ingresos totales de la NBA.

¿Y qué pasa con los sueldos que rodean a las franquicias?

Este es un tema delicado. En la NBA no solo hay súper ejecutivos, entrenadores de elite y jugadores multimillonarios. Alrededor de una franquicia y sus partidos orbitan muchos pequeños contratos, conceciones, ingresos indirectos... esta es una de las grandes preocupaciones ahora. Los directivos de los Warriors, por ejemplo, ya hablaban de una situación muy delicada, por ahora sin plantear ayudas o medidas que sí anunció Mark Cuban, de los Mavericks, que habló de que trazarían un "plan" para sotener en la medida de lo posible a los trabajadores de la franquicia cuya ocupación se refiere solo a los días de partidos, a quienes tienen las concesiones de restauración de los pabellones...

¿Por qué se jugaron los últimos partidos con público?

En la cancha de los Sixers, por ejemplo, había lleno: más de 20.000 personas en uno de los pabellones más grandes de la NBA. De los seis encuentros del miércoles, se jugaron cuatro y todos con público. Algo difícil de entender incluso antes del positivo de Rudy Gobert y cuando cada vez más estados empezaban a emitir normas con respecto a las aglomeraciones que, obviamente, afectan directamente a los grandes eventos deportivos. En las medias de público por partido de la liga en la actualidad, casi 5 millones de personas iban a pasar todavía por las gradas de los 30 pabellones hasta el 15 de abril, fecha (el 18 tendrían que haber empezado los playoffs) en la que terminaba la Regular Season, pospuesta por ahora sin fecha de regreso.