COPA ACB 2020 | UNICAJA-MADRID
El Unicaja de Málaga se enfrenta al Real Madrid y a una maldición
Los malagueños se enfrentan al gran favorito, el Madrid, y a una maldición. La última vez que el anfitrión ganó la Copa del Rey fue en 2002, cuando lo consiguió el Baskonia.
No dejen que la rutina avasalladora del Madrid les haga pensar otra cosa. Jugar una final de Copa del Rey es algo grande, muy grande; porque nuestra Liga es la mejor de largo del ámbito FIBA. Campazzo, que no se cansa de triunfar, sonreía ayer de oreja a oreja en la rueda de prensa posterior a la semifinal. Y si reía él, imaginen a los jugadores del Unicaja y a su afición. ¡Cómo cantaban charanga incluida!, pura felicidad. A la final copera once años después de caer en la prórroga en el madrileño Palacio de Deportes frente al Baskonia. Desde ese 2009, apenas dos presencias en un partido decisivo, en la Supercopa (derrota ante el Barça en 2015) y el título de la Eurocup en 2017.
El club cajista persigue ahora su segunda Copa (y quinto gran trofeo) tras el conquistado en 2005 en Zaragoza ante… sí, el Madrid. Scariolo en el banquillo alineaba a Cabezas, Berni, Garbajosa y Fran Vázquez. Y sí en algo se parece el actual bloque de Casimiro a aquel es en la renovada apuesta por el producto malagueño (Alberto Díaz y la nueva promesa de 24 años y 2,13m Rubén Guerrero) y nacional: Jaime Fernández, Darío Brizuela y Carlos Suárez, los tres criados en el Estudiantes.
Málaga vuelve a soñar, incluso aunque esté enfrente el intimidante Madrid y sienta el terrible peso de la maldición del anfitrión. Esa que dice que el equipo local no gana nunca el torneo, o casi. El último en sublevarse fue el Baskonia en Vitoria 2002. Felipe Reyes, hombre récord del baloncesto español, ya había disputado entonces tres ediciones coperas. Ahora va a por su séptima conquista, con lo que igualaría a Navarro (las leyendas Luyk y Epi viajan aparte: diez cada uno).
Más allá de su capitán, los blancos persiguen su 28º título para abrir un hueco de tres con un Barcelona que llegó a cazarles en el palmarés en 2013. En ese ganar y volver a ganar encadenan siete finales. Hoy se presenta con un juego interior muy superior al malagueño, pero Jaime y Adams aspiran a contestar a Campazzo. Y todo el día que Sergio Llull cumple 800 partidos con el Real Madrid. Palabras mayores.