El Unicaja arrasa al Andorra y jugará la final ante Real Madrid
Los malagueños aniquilaron al MoraBanc tras realizar un fantástico partido y estarán en el duelo por el título once años después. Su rival, el equipo blanco.
¡Esta vez sí! Once años después, el Unicaja regresa a una final de la Copa del Rey, su tercera. Y además a lo grande. El equipo de Luis Casimiro, en uno de los partidos más completos que se le recuerdan, aniquiló a un Andorra que puso voluntad y dignidad, pero que no pudo hacer otra cosa que aguantar el chaparrón de baloncesto de un adversario formidable al que todo le salió bien. La inspiración de Jaime Fernández (19 puntos y 22 de valoración), la electricidad de Josh Adams, el felicísimo crecimiento de Rubén Guerrero, las ganas de agradar de Melvin Ejim y el empuje de un público vibrante y entregado. Finalista con todo merecimiento.
Fue un recital de principio a fin. El Unicaja salió poderoso y concentrado en defensa con Jaime Fernández en el quinteto inicial y pendiente de Hannah. Con 13-7 a los seis minutos, Ibon Navarro pidió su primer tiempo muerto. Una bandeja de Fernández cerró el primer cuarto con un interesante (para Unicaja) 25-16.
Con dos tiros libres de Rubén Guerrero y cinco puntos de Jaime la diferencia se incrementó hasta los 16 puntos, 32-16. 7-0 de parcial y segundo tiempo muerto de Ibon. El Andorra no imponía su físico y se mostraba disperso en el tiro de campo y en el rebote ofensivo. Tampoco podía con la defensa rival. Jaime seguía encendido. Cuatro puntos seguidos y 36-16. El MoraBanc tardó tres minutos en anotar su primera canasta de este acto, un triple de Todorovic. Los del Principado eran incapaces de parar el juego interior cajista y la diferencia se disparó hasta los 23 tantos, 42-19 (16’). El parcial demoledor, 17-3. Y Jaime ya llevaba 15 puntos y 20 de valoración. Unos buenos minutos de David Walker redujo las distancia hasta 46-30. Parcial de 4-11 y Casimiro pidió pausa oxigenada. A falta de cuatro segundos para el descanso Casimiro sacó por primera vez en esta Copa al canadiense Ejim. Se llegó al descanso con 48-30.
El Andorra parecía mejorar tras la reanudación con un 4-11 de parcial (52-40). Para colmo se pitó una técnica a Gerun. La afición del Principado se vino arriba porque veía algo de luz. En vano. Un voraz parcial de 9-0 ponía otra vez distancia notable. 21 puntos, 61-40 y de nuevo Ibon pidió refresco. Corría el minuto 25. Hannah, con 16 puntos, sostenía las esperanzas de milagro andorrano, que no estaba fino con los rebotes, 15 frente a 24 de los verdes. 66-45 (min. 29). Tercer parcial con 68-49.
Con Adams gobernando y repartiendo juego, Ejim coló su primer triple del torneo y el Unicaja alcanzó los 25 puntos de ventaja (76-51) en apenas dos minutos. La final parecía estaba más cerca y la grada verde enloquecía.
El MoraBanc no encontraba soluciones y Ejim cogió carrerilla con once puntos seguidos. A los 35 minutos, la diferencia era nada menos que de 33 puntos, 84-51 y Rubén Guerrero, el señor de los arillos. Ocho rebotes. El Unicaja jugaba a placer y la grada malagueña, feliz.
Con todo resuelto y con Ejim desatado, al Andorra solo le quedaba maquillar tamaña paliza. “¡A por la Copa, oé!” era el cántico alegre de la extraordinaria hinchada del Unicaja, que coreó gritos de ánimo para el Andorra que fue aplaudido por toda las hinchadas y agradecido por los fenomenales andorranos. El bonito himno de Pablo López y, por supuesto, el cántico de moda “¡era campo atrás!” puso colofón al regreso del Unicaja a una final de Copa once años después ante un digno Andorra que se encontró, para su desgracia, con la mejor versión de los de Casimiro. Ahora espera el Real Madrid.