Con pie y medio en los Juegos
España se impuso a Corea en su estreno en el Preolímpico, un triunfo que podría ser suficiente para estar en Tokio. Torrens volvió a jugar con España año y medio después.
España cumplió el guion y se impuso a Corea del Sur sin muchas complicaciones (46-83). El nuevo formato y la amplia victoria (+37) hacen que la Selección ya tenga pie y medio en los Juegos de Tokio. Debe ganar un partido más para asegurarse su presencia olímpica, aunque también podría servirle con solo esta victoria.
Debido a la ausencia de Astou Ndour, Mondelo optó por jugar muchos minutos con dos bases en pista (con Laia Palau como comodín) y con las Lauras (Gil y Nicholls), más la ayuda de Marta Xargay a ratos como falsa cuatro, llevando el protagonismo en la pintura. España se cerró bien atrás y estuvo atenta para puntear el tiro exterior coreano, uno de sus mayores peligros. Además, se mostró lista y rápida, interceptando pases que le permitieron correr. Su seña de identidad. Gracias a eso, y a la buena puntería de Leo Rodríguez en la primera mitad (12 puntos y 3/3 en triples), la Selección se marchó al descanso ya 18 tantos arriba (25-43).
La gran noticia en Belgrado fue el regreso de Alba Torrens, que no estuvo allí en julio en el Eurobasket por una lesión de rodilla. La alero salió de inicio y el 0-4 llevó ya su marca: eran sus primeros puntos en más de año y medio con la Selección. Acabó con nueve.
Corea estuvo más de cinco minutos y medio sin anotar en el tercer cuarto y la Selección remató el partido (parcial de 0-11). Leo Rodríguez rebasó la barrera de los 30 (32-63) y Nogaye Lo, con cuatro puntos en el último minuto, colocó el 46-83 definitivo. Todas las jugadoras anotaron en un estreno que España aprobó con nota. Las de Mondelo dominaron el rebote (41 a 28), jugaron cómodas (25 asistencias) y acabaron por encima del 50% de acierto en el tiro.
El cambio de sede a contrarreloj (de Foshán a Belgrado) ha provocado un Preolímpico aún más disparatado, con partidos en horario laboral (12:00 y 14:30) y nadie en las gradas. El Pionir ofrecía por televisión una imagen triste con más gente de la organización que público. Ni la campeona de Europa ni nadie se merecen algo así.