El Baskonia renace: victoria 'in extremis' ante un volátil Barça

Dijo Ivanovic en su presentación que al Baskonia le faltaba energía. Añadió Félix Fernández, Director Deportivo, que el club confiaba en estos jugadores porque, por ejemplo, fueron capaces de ganar con solvencia al CSKA. Lo cierto es que la primera parte en el Buesa fue azulgrana y no blaugrana. El Vasconia (con V) de 1975 ganó a los Segarra, Epi o Flores cuando parecía ciencia ficción que lo pudieran hacer. Pero lo consiguieron. Dio la sensación de que el actual Kirolbet saltó a la cancha con la misma mentalidad, la de que todo es posible. Y detrás de ese planteamiento está, obviamente, Dusko Ivanovic. Sólo había que ver cómo celebraban las canastas los hombres de banquillo. No había uno sentado.

Los alaveses afrontaron el choque sin Garino ni Granger. El Barcelona no podía contar con Heurtel ni Pangos. A última hora, se conoció la baja de Luca Vildoza (hombro) y la de Cory Higgins (gripe). Para el minuto 5, Baskonia doblaba al Barça (12-6) pero se notaba que los jugadores tenían confianza. Lanzamiento de tres de Stauskas, rebote ofensivo y nueva intentona del canadiense. Si fallas, no te hundas... lanza otra vez. Y dentro (18-9).

El segundo periodo arrancó con un parcial de 9-0 y el éxtasis en las gradas. El Barcelona era una caricatura del día del Real Madrid. Igual se pensaban que podían ganar como en 1975 a un conjunto herido. Dicen que Ivanovic es como el ajo, que activa la circulación. Para el minuto 15, los baskonistas llevaban 8 triples y Mirotic, totalmente residual, vio como le castigaban con una antideportiva un poco exagerada. Para entonces, se había comido algún tapón y lanzaba fatal de tres. El 47-31 del descanso era bastante explicativo de lo que ocurría en el Buesa Arena.

Kirolbet llegó a superar la veintena de diferencia con el 52-31 pero es obvio que está predestinado a sufrir. Mirotic empezó a carburar y, faltando 56 segundos para concluir el choque, el luminoso señalaba un empate a 74. El parcial de la segunda parte, por lo tanto, había sido de 27-43. Fue cuando Shengelia (bastante desdibujado) hizo un mate con la izquierda y colocó la diferencia que, a la postre, dio la victoria a los de Ivanovic. Una pérdida tras saque de banda y un intento de triple fallado por Oriola puso el punto y final a un partido que sigue dejando al Barcelona en la parte alta de la tabla y que resucita a un muerto.