Sergio Scariolo: "Nací y moriré como entrenador de cantera"
El italiano habla con AS del futuro: "Seguir o no en la Selección no va a ser una decisión fácil". Sobre Pau Gasol, no cambia de opinión: "Si está bien, irá a los Juegos".
Como adelantó AS el pasado 11 de diciembre, la FEB hizo oficial hace un par de días que Sergio Scariolo da un paso al lado en el trabajo de cantera. El seleccionador lo explica desde Toronto y, de paso, hace balance sobre el maravilloso 2019 y lo que espera en 2020.
Deja el trabajo en la cantera de la FEB y usted quería explicarlo. Imagino que pesa la tremenda cantidad de trabajo que lleva soportando los dos últimos años.
Este año tengo la familia en Toronto y creo que es correcto que, si me doy cuenta que si no consigo hacer bien algo, lo deje. Además, es un buen momento para hacerlo porque el trabajo está muy sólidamente encarrilado y hay muy buenos profesionales que seguirán encargándose de ello. Así que ha coincidido mi limitación de tiempo, teniendo que darle prioridad al primer equipo nacional, los Raptors y, por supuesto, la familia. No me quedaba tiempo para más, aunque por supuesto estaré vinvulado a ese trabajo.
¿Le ha sabido mal? Venían de un verano inolvidable y con un tremendo trabajo detrás. Por la ilusión con la que hablaba del tema, parecía que la cantera se había convertido en la niña de sus ojos.
La niña de mis ojos es una buena expresión. Era algo que me apasionaba, me divertía y que, conforme las cosas funcionaban cada vez mejor, también me gratificaba. Así que al margen de estar a punto de archivar el mejor año de nuestra historia, hay muchas pequeñas cosas en el día a día que son las que más gratifican a alguien que ha nacido en una cancha de entrenamiento con la cantera y que probablemente morirá en una cancha de entrenamiento con la cantera. A nivel de progresión, de crecimiento, de sistematización del trabajo...
¿Qué legado cree que deja en la cantera de la FEB después del trabajo que ha realizado desde que asumió el cargo de coordinador en 2017?
Creo que heredé una base muy sólida. Lo que creo que hemos conseguido todos juntos es que se pudiera adecuar con el cambio de los tiempos el trabajo, la metodología, la forma de interactuar y la forma de planificar el futuro en coordinación entre todas las partes involucradas. Unos tiempos donde cada vez hay más competencia, países que trabajan bien en la cantera y la necesidad de rentabilizar todas las energías y las herramientas que tenemos. En eso se ha basado sobre todo: armonizar, sistematizar y crear una progresión continua de la academia al primer equipo donde los jugadores no hacen grandes saltos al vacío sino que suman una experiencia a su bagaje, obviamente conforme van creciendo y pueden ir trabajando
¿Puede presentar al gran público a las personas que quedan al frente?
José Ignacio Hernández va a ser el coordinador creando un vínculo con los dos jefes de área, Alberto Lorenzo y David Soria. Alberto Lorenzo, desde la Sub-16 a la Sub-20 y David Soria, desde la academia hasta la Sub-15. Como ya sucedía en estos últimos años, Ignacio supervisará, coordinará la parte organizativa y mantendrá las relaciones con las territoriales y con el vértice de la federación. En esa tarea, está ayudado por Dani Sainz, que es un poco el alma en la sombra de la cantera de la FEB. Alberto Lorenzo y David Soria se han formado estos años y han crecido sus atribuciones dentro de las categorías inferiores de la Selección. Han demostrado estar perfectamente capacitados para esta labor de coordinación y supervisión. Se han adherido al proyecto de una manera total y, cada uno dentro de su esfera de competencia, continuarán el trabajo de la mejor manera.
Decía este verano que el baloncesto español tiene cada vez más déficit físico y de tiro. ¿Lo ve como uno de los grandes problemas para las escuelas de formación en el futuro?
El tema del crecimiento físico y de la mejora del tiro es una apuesta y es un desafío que está ahí ahora, y estará un tiempo de cara al futuro. Tenemos jóvenes jugadores bien preparados, con una excelente capacidad de tomar decisiones en la cancha. Pero en los aspectos que hay que trabajar más, aunque sacrifiquemos algo que ya estemos haciendo bien, es el crecimiento físico y dotar a la mayoría de un tiro fiable e, incluso diría, de un tiro de tres puntos fiable jueguen en la posición que jueguen.
Cuando Kawhi regresó hace unos días a Toronto, los Raptors le prepararon un vídeo y ahí se le veía a usted dándole una charla individual. ¿Cree que su perfil se ha vuelto más didáctico que nunca? Y, relacionado con eso, ¿cree que podría acabar su carrera en trabajo de cantera o le pica demasiado la élite competitiva?
Pues no sé si me he vuelto así. Estaba. Yo he nacido en mi casa, en una familia académica, didáctica y me he empapado día a día y desde que era pequeñísimo de cómo se enseña. Luego me formé como entrenador de canteras durante muchos años y luego he tenido profesores de baloncesto a los que ayudar. Y mi formación no es de competición. Yo no he nacido en una competición, sino en la formación durante años y eso lo nota todo el mundo a mi alrededor aunque por supuesto cuando llegas a la élite, tienes que volcarte mucho en la rentabilización de los esfuerzos. Pero nazco así y, como decía, igual moriré así baloncestísticamente hablando.
El tiempo va a rápido y el presente se lo come todo, pero el oro de China fue memorable. ¿Qué poso le dejó todo lo que pasó en el Mundial? ¿Es posible entender con el tiempo que su Selección hizo lo que nadie, nadie esperaba, ser campeón del mundo?
Lo de China todavía lo estamos digiriendo. Aquí, en la NBA, todo el mundo me felicita a todos los sitios donde voy. Todos, incluso gente que no conocía, me transmiten la importancia de lo que ha sido este trofeo. Creo que el legado se quedará durante muchos años, pero los que estamos en el presente tenemos que pensar menos en ello y más al futuro a corto plazo.
¿Cómo se fue haciendo aquel equipo campeón, cómo le llamaría a la película que explicase cómo usted construyó un campeón del mundo?
Como siempre. Ese equipo tiene una parte de planificación que duró un año y una de improvisación que tiene que ver con la decisión que tomaron los jugadores de participar o no participar. Eso llega justo antes de la convocatoria. Fue una mezcla de las dos cosas y, efectivamente, salió bien gracias al gran trabajo de todo el mundo y a la disponibilidad de los jugadores en entender sus roles y creer en lo que estabamos haciendo sin discutir o buscarle los tres pies al gato. Sencillamente, metiéndose en su tarea.
¿Sigue sin pensar que fue su obra maestra?
Yo soy el último que puede hablar de eso. Hay muchas cosas, incluso las que no han acabado con una victoria tan brillante, que me han dejado igual de satisfacción por el esfuerzo que pusimos en en la tarea.
¿Cómo está siendo su segundo año en Toronto? Una franquicia distinta, sin su líder, pero con capacidad de readaptación. ¿Se está haciendo largo a nivel vital otro año largo de viajes por más que tenga la familia allí?
No se está haciendo largo. Es un desafío diferente. Somos conscientes de que no somos el equipo que fue campeón y estamos teniendo problemas de lesiones. Pero estamos compitiendo y estamos jugando bastante buen baloncesto. Lógicamente, tenemos los altibajos que tiene todo el mundo en la NBA porque el esfuerzo es masacrante y nadie puede tener continuidad de máximo nivel. Pero estamos todos expectantes de las decisiones que pueda tomar en el futuro nuestro lider, Masai Ujiri, en la construcción de un equipo ganador. En general, estoy bien. Este año he cogido el trabajo donde lo dejé el año pasado y es mucho más fácil.
Me contaba alguna de esas largas que tenía con Marc el año pasado en la que iban soñando con terminar ganando el anillo. ¿Ha tenido tiempo de compartir con él algún café o alguna cena en la que recuerden todo lo que pasó en China?
Más que un café, una cena siempre es un momento bueno para hacerlo. Siempre estamos riéndonos un poco de anécdotas que salen, o incluso conversamos sobre puntos técnicos y tácticos porque incluso hemos llevado a Toronto alguna de las cosas que hicimos este verano. Momentos para compartir baloncesto y vida común con Marc siempre tenemos, incluso a nivel familiar.
¿Da pereza retomar el asunto de las Ventanas, que un campeón del mundo tenga que defender su clasificación para el Eurobasket en un grupo de cuatro en el que pasan tres? ¿Tiene sentido?
Lo de las Ventanas... Ya tengo pereza en comentarlo. No por el hecho en sí, sino porque comentarlo despectivamente es faltar al respeto a los que estamos poniendo sudor y esfuerzo en ellos; y sería faltar el respeto a los jugadores que estarán. Y, por supuesto, hacer un comentario positivo estaría fuera de lugar. Así que prefiero abstenerme.
¿Cómo mira a los Juegos de Tokio? ¿Como una experiencia deportiva irrepetible como son unos Juegos, como una presión después de ser oro mundial?
Los Juegos de Tokio, obviamente, para un equipo como el nuestro, van a ser una experiencia tremenda para poner colofón a una generación que, poco a poco, está llegando a su final. Pero, a su vez, para mantener una competitividad que no tiene por qué convertirse en metal siempre. Por supuesto, tenemos ganas y responsabilidad de mantener, defender y transmitir los grandes valores de este equipo que es el legado más grande que va a dejar y que ya está transmitiendo.
Ya sabemos, como dijo en AS, que su permiso como seleccionador le acaba, como a Cenicienta, después de la última noche de los Juegos. De su renovación se hablará mucho tiempo pero la primera pregunta esencial es: ¿le hace ilusión continuar siendo seleccionador nacional?
Hablar de ilusión es algo que va por descontado porque la ilusión siempre es grande. Pero eso no agota todos los temas pendientes para una decisión de este tipo. Incluso, como que intento aplazar el momento de ponerme a pensar en ello porque será una decisión de conflictos internos, de pensar cosas diferentes, de sacrificar algo por un lado o por otro. En fin, no va a ser una decisión fácil. Va a ser una decisión en la que dejaré una parte de mí descontenta. Veremos cuándo será el momento.
También en esa entrevista de septiembre fue muy honesto con la situación de Pau. "Dependerá de sus condiciones físicas y de su temporada en Portland. Sería igual de injusto hacia todos decir que Pau tiene un puesto garantizado en el equipo aunque no pueda jugar.", dijo. ¿Qué inputs tiene con Pau?
Lo de Pau sigue así. Es decir, Pau, por supuesto, si está bien, en condiciones de jugar y de ayudar al equipo, no tiene ni que plantearse la duda. Estará entre los doce. Todos estamos deseando que pueda estar en esa función. Pero si no es así, estoy convencido de que la experiencia, la sabiduría, la capacidad de comunicar y el respeto que lleva todo el mundo, vendrá también bien alrededor del equipo. Sólo cabe estar cerca de él a nivel moral y apoyarlo en este admirable intento de volver en alguna cancha
Antes del Mundial dijo que le hubiera gustado que jugadores como Mirotic, Sergio, Ibaka, Abalde, Abrines... hubieran tenido disponibilidad y que no fue así. ¿Cree que podrá contar con alguno de ellos en los Juegos?
Estamos siguiendo a todos. Como decía antes, la planificación es a largo plazo, con un rango grande nombres involucrados pero la decisión se toma al final. La temporada es dura, deja a veces heridas, cansancio, agotamiento o motivación y ganas de competir. Por supuesto, con las Ventanas ampliamos el número de jugadores seleccionables. Cuando sea el momento, se tomarán las decisiones. Y a partir de ahí, a volver a fusionar el equipo y creer en el trabajo que estamos haciendo.