El Real Madrid se afilia al 100
El equipo blanco, con un Thompkins inspiradísimo que batió su tope anotador en la Liga Endesa (27), cierra la semana con 215 puntos: 104 al Burgos y 111 al Valencia.
El Real Madrid olvidó el tropiezo de la semana pasada en la pista del Zaragoza y sigue intratable en casa: no pierde allí desde finales de marzo y van ya 15 victorias seguidas. Ni la llegada del equipo revelación del curso, el San Pablo Burgos, alteró a los de Laso, que lograron su máxima anotación del curso en la ACB (104) y, aunque cerraron el partido con más problemas de los previstos, duermen líderes de la Liga Endesa.
El Palacio, con eso del Puente de la Constitución, estuvo más frío que de costumbre, pero el Madrid no se contagió. Los despistes defensivos permitieron a Tavares campar a sus anchas en la pintura los primeros minutos hasta la irrupción de Thompkins, que celebró su partido 100 de la Liga Endesa con 27 puntos, 5/8 en triples y un lanzamiento de más de 20 metros en el tercer cuarto que entró, pero fuera de tiempo. Ha vuelto.
El centenar de seguidores del Burgos que viajó a Madrid tardó casi cuatro minutos en celebrar los primeros puntos de su equipo (dos tiros libres de Lima, 15-2 en el marcador) y seis una canasta en juego. Fue Stevic, con un 2+1 (18-5). Antes, Peñarroya había parado el partido para recordarle a sus jugadores que al Madrid no se le gana jugando “a meter más” sino defendiendo. Sobre todo si los porcentajes tampoco favorecen: 4/17 en tiros de campo en ese primer asalto.
El San Pablo pasó de no meter nada a meterlo casi todo. En el segundo cuarto se vivió un auténtico festival de triples. Salvo la canasta de Fitipaldo que puso el 55-37 con el que se llegó al descanso, el equipo burgalés sólo encestó de tres (7/12 en este cuarto). Motivos para creer en la remontada, pero insuficientes cuando enfrente tienes a un Madrid que también presume de buenos tiradores (7/10).
Laso tiró de cantera de inicio con el jovencísimo Mario Nakic en el quinteto. Lo intentó, pero sus tiros fueron los de un canterano que intenta hacerse hueco en el equipo. Y de la inexperiencia pasó a la veteranía de Felipe Reyes, que volvió a jugar mes y medio después. Su último partido había sido en la Euroliga el 17 de octubre, pero el capitán madridista tuvo mala suerte. A 2:13 para el final del tercer cuarto sintió un pinchazo, se llevó la mano al muslo de la pierna derecha y pidió el cambio. Se marchó al vestuario y no jugó más.
El Madrid llegó a ponerse 26 arriba (65-39), pero el Burgos nunca bajó los brazos. McFadden (23 tantos) tomó el relevo de Fitipaldo (16) en ataque y, respaldado por un Benite inmenso (19), logró poner a los suyos a sólo ocho (94-86). En el Madrid, Deck asumió los mandos (13 puntos en el último cuarto) y no dejó que el Burgos se acercara a más. Tavares puso el 100 en el marcador para cerrar una semana en la que el Madrid ha anotado 215 puntos: 104 al Burgos y 111 al Valencia el jueves en la Euroliga. La máquina blanca está engrasada.