Hace poco menos de un día que saltó por los aires el último bombazo de la NBA: Pau Gasol deja de pertenecer a los Portland Trail Blazers, equipo en el que ni siquiera ha debutado debido a su lesión en el pie izquierdo: una fractura navicular por estrés de la que se operó el pasado mes de mayo. 

Precisamente, la recuperación de este último percance va más lenta de lo cabía esperar y la franquicia de Oregón decidió prescindir del español, hecho al que no se opuso. "Por desgracia, la rehabilitación va a llevar más tiempo del esperado. He llegado a un acuerdo con el equipo para que puedan firmar a otro jugador que pueda ayudar en la pista", contaba Pau en el vídeo que publicó la pasada tarde en sus redes sociales. Precisamente los Blazers, al hacerse con los servicios del jugador el pasado 24 de julio, añadieron una clausula en su contrato: al llegar lesionado a Portland, la franquicia tenía la opción de romper el acuerdo en el caso de que su lesión persistiera. Y así ha sido.

El plazo de recuperación, por lo tanto, sigue siendo un enigma. No obstante, y tras 18 años en la NBA (19 si hubiera debutado este año), al internacional de 39 años se le pueden abrir las puertas de par en par en Europa. La idea que tiene Pau, la cual ha reconocido en varias ocasiones, es la de estar en los Juegos Olímpicos del próximo año en Tokio y para ello necesita una preparación previa. 

El Barcelona no ve clara su incorporación

Uno de los posibles candidatos que sonaban como destino del renombrado pívot de Sant Boi era el Barça. Según apuntó esta misma tarde TV3, el conjunto culé, en cuyo primer equipo estuvo desde 1999 hasta 2001, sondeaba seriamente que el jugador pudiera volver a vestir la camiseta azulgrana.

No obstante, y a pesar de que las relaciones entre la entidad y el jugador son excelentes, la operación para que Gasol recale en el Barça es difícilmente viable. El club cuenta con quince jugadores en el primer equipo, de entre los cuales seis son de perfil interior (pívots y ala-pívots): Davies, Tomic, Mirotic, Pustovyi, Smits y Oriola, sin olvidar el comodín de Víctor Claver, que también ha jugado en ocasiones como cuatro. Además el superlativo esfuerzo económico que ha hecho el equipo para volver a estar en lo más alto de Europa puede ser otro de los hándicaps a la hora de hacerse con sus servicios: en los Blazers le firmaron un contrato de un año por 2,5 millones de dólares.