El inicio de la temporada regular de los Golden State Warriors no ha sido bueno. El equipo ganador de seis anillos de la NBA, tres de ellos en los últimos cinco años, solamente ha vencido en dos de sus once partidos, y además ha perdido por lesión a dos de sus estrellas, Klay Thompson, que se rompió el cruzado en junio, y Stephen Curry, recientemente intervenido tras una fractura en la mano izquierda. Este último, sin embargo, ha abierto una ventana de esperanza en la franquicia californiana al afirmar que espera volver a las canchas en primavera. “Sin duda volveré a jugar antes de finales de temporada. No sé cuándo, pero será en algún momento del inicio de la primavera”, ha declarado el dos veces MVP de la NBA, que también ha afirmado que él y su compañero Thompson son “como dos fieras enjauladas deseando que las suelten”.

Estas declaraciones de Curry llegan apenas cuatro días después de que se informase de que su lesión podía ser más grave de lo esperado, y que su baja podía extenderse más allá de los tres meses anunciados inicialmente, llegándose a afirmar que no volvería a jugar en lo que quedaba de temporada. Sin embargo, el base, de 31 años, ha querido despejar todas las dudas, y ha afirmado que su prioridad ahora es reducir la hinchazón en la mano izquierda y no recaer. “De momento no voy a viajar a ningún sitio, no quiero forzar. Pero cuando llegue el año nuevo, empezaré a hacerlo y a ayudar a mis compañeros todo lo que pueda”, ha asegurado. La estrella de los Warriors se lesionó el 31 de octubre, durante el partido contra los Phoenix Suns, cuando Aron Baynes le cayó encima de la mano izquierda, y se la fracturó.

Las lesiones de Curry y Thompson se han sumado a una serie de bajas que han llenado la enfermería del Oracle Arena de San Francisco. Draymond Green y D’Angelo Russell se han resentido de diversas lesiones musculares, mientras que Kevon Looney sufre una neuropatía en la musculatura de la pierna que le tendrá fuera de las canchas por un plazo indeterminado de tiempo. Estas bajas han tenido un impacto negativo en los resultados del equipo, que no gana desde el pasado 5 de noviembre, cuando venció a los Portland Trail Blazers, y que ocupa el farolillo rojo de la Conferencia Este, con cuatro derrotas consecutivas.