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LIGA ENDESA | 2ª JORNADA

El Casademont Zaragoza arrolla a un gris Monbus Obradoiro

El conjunto maño desdibujó al Monbus en un primer cuarto impecable (30-9) y no bajó la intensidad hasta el final. Radovic, soberbio: 31 de valoración.

El Casademont Zaragoza arrolla a un gris Monbus Obradoiro
ACB PHOTO

El Casademont Zaragoza arrolló al Monbus Obradoiro en su debut en casa esta campaña, tras un partido en el que fue tremendamente superior desde el salto inicial y en el que logró que un equipo que en la anterior jornada le había complicado la victoria al Barcelona pareciera un conjunto de juveniles. El partido no tuvo más historia que la intensidad y el acierto del Casademont que, como una perfecta sinfonía, pasó sin piedad por encima de un rival al que se respetaba mucho pero al que el trabajo defensivo y ofensivo maño dejó en su mínima expresión.

El primer cuarto de los propietarios del terreno fue espectacular. El equipo de Porfirio Fisac estuvo desatado, con una férrea defensa que maniató a un conjunto gallego tremendamente atascado en ataque y muy vulnerable en defensa. El Casademont, además, capturó hasta siete rebotes ofensivos (uno más que defensivos) que le permitieron segundas opciones de tiro y además gozó de varios 2+1 e incluso de un 3+1 que le hicieron despegarse con gran facilidad llegando a tener hasta 21 puntos de renta (30-9), en el minuto 10.

Y si las cosas habían comenzado mal para el conjunto gallego en el segundo parcial fueron a peor. Con un equipo 'rojillo' que no se relajó el juego se hizo un auténtico martirio para el Monbus Obradoiro que, nuevamente, era superado con tremenda facilidad cuando defendía y anulado en ataque, como evidenció el que solo fue capaz de sumar 8 puntos en este cuarto dejando la ventaja maña en 29 puntos al descanso y el partido decidido.

El conjunto de Moncho Fernández apretó algo más en defensa tras el descanso y mejoró su imagen pero se siguió encontrando con un enemigo férreo y que no dejaba ni un resquicio al equipo gallego para recuperar terreno. Tal era el instinto ganador del equipo zaragozano, la entrega y las ganas de agradar a su afición que un detalle define el grado de excitación de los propietarios del terreno. Con 34 arriba Nemanja Radovic se tiró al suelo a por un balón como si de él dependiera la suerte del partido.

Los últimos diez minutos fueron la culminación del espectáculo anterior con un Casademont en el que los canteranos jugaron muchos minutos y en el que todos los que pisaron el parqué anotaron algún punto.