Los meses mágicos de Campazzo, el MVP del Madrid y Argentina
Facu Campazzo ha dado un paso adelante y ya es el líder de su equipo y su selección. Medio año de ensueño para un MVP con la NBA en la cabeza.
Facu Campazzo no es el que era hace medio año. El cordobés era un sustento importantísimo para Pablo Laso, un revolucionario que sentaba bases de victorias muy importantes, pero de un tiempo a esta parte ha mutado: un paso adelante le ha hecho ser un líder allá donde pisa.
En junio el Real Madrid llegaba a las eliminatorias por el título de la Liga Endesa todavía con el regusto amargo de la derrota en la Final Four de la Euroliga disputada en Vitoria, donde cayó frente al CSKA de Moscú de Sergio Rodríguez. Campazzo sabía que había que dar un plus: se venía el Barça en la final de la ACB. 14 puntos, 3'7 asistencias y 3'3 rebotes para 19'3 de valoración, ésa fue su carta ante el eterno rival merengue. Se llevó el MVP con todos los honores, un privilegio que ponía a Sergio Llull, santo y seña del club, en un segundo plano y habla a las claras de lo importante que es para Laso tener a dos estrellas de ese calibre en la posición de más responsabilidad (y en la que él jugaba).
La llamada de la NBA
Siguiendo el ejemplo de Llull, llegó el mercado veraniego y el argentino tuvo que desoír los cantos de sirena de la NBA. Denver, entre otras franquicias, quería hacerse con sus servicios. Fuera por lo que fuera, decidió que su sitio estaba más que nunca en la capital española; por eso firmó una renovación muy lucrativa que le mantendrá con contrato con el Madrid hasta 2024 (al igual que a Walter Tavares)
A buen seguro que no frenará el interés, al contrario: será mayor. La monitorización de Campazzo en América del Norte continúa pese a que su altura, por debajo del 1,80 (y los seis pies), es un impedimento más mediático que físico.
Repercusión mundial
Pero no sólo de los clubes viven las grandes leyendas, también de lo que aportan a su selección nacional. Y Campazzo ha empezado a escribir un libro que apunta a 'best-seller' en Argentina durante los próximos años.
El Mundial agitó cual coctelera a algunos equipos como, por ejemplo, Estados Unidos, y los que tienen más solera supieron moverse mejor. España y Argentina venían de generaciones irrepetibles pero sus nuevos referentes sacaron el capote y torearon la situación mejor que bien. Campazzo fue uno de ellos.
La albiceleste ya no es la de Nocioni, Ginóbili o Prigioni, sólo Luis Scola resiste, y el menudo base fue uno de los más destacados del cuadro de Sergio 'El Oveja' Hernández: 13'3 puntos, 4'3 rebotes y 7'8 asistencias de promedio en el torneo, un 4x4 que hizo soñar a la hinchada con un oro al que sólo se opuso España.
La Supercopa como redondeo
Cuatro meses después de la explosión Campazzo sigue a fuego. El cansancio físico de un verano sin casi descanso y un año en que tampoco va a tener ni un respiro no ha sido barrera para que abra la nueva temporada por todo lo alto: MVP de nuevo, esta vez de la Supercopa Endesa que se disputó en el WiZink Center.
De nuevo el Barça parece sufrir más de la cuenta cuando el argentino está enfrente. Sin Thomas Heurtel, lesionado de gravedad, Pangos no es antídoto y Delaney está aún fuera de foco. Eso dio como resultado un 16+5+5 que, sumado al anecdótico partido ante el Fuenlabrada un día antes, otro trofeo para las vitrinas del Real Madrid y un reconocimiento para un Facu Campazzo ya erigido en líder total.