MUNDIAL DE BALONCESTO 2019 | ESPAÑA
Cuando Rudy se presentó al mundo en el Wukesong
El capitán repite en el escenario en el que cogió fama universal por su mate en la cara de Dwight Howard en la final de los Juegos de 2008.
Rudy Fernández, lo refresca él, ya había regresado al Wukesong después de los Juegos de Pekín de 2008. Fue en un amistoso con el Real Madrid ante los Beijing Ducks en 2013. Pero aquello se recuerda menos. Lo que no se olvidará jamás fue la tremenda final olímpica que jugó coronada con aquel mate demencial ante Howard, que por entonces era ganador del concurso de mates en la NBA. España, que tuvo que madrugar para ver el partido, puso sus camas boca arriba con la jugada. En el Wukesong, las mesas de los periodistas estuvieron a punto de volcar y los aficionados enloquecieron. Fue impactante. Rudy ya venía de hacer un último año espectacular en el Joventut (doblete Copa y ULEB), pero aquel póster que le colocó al entonces pívot de los Magic le puso en el escaparate del mundo. Pasó, además, ante ojos de Nate McMillan, que iba a ser su entrenador en los Blazers (allí por cierto coincidió con Patty Mills) y que acudió a los Juegos como ayudante de Krzyzewski.
"No he tenido sensaciones especiales por la jugada. Son sensaciones especiales porque creo que ese partido estará siempre en la historia de los Juegos Olímpicos y tengo buenos recuerdos de esa final. Si hubieran pitado los pasos (risas)..., tendríamos otra sensación mucho mejor. Volver y en esta situación es especial. Ojalá podamos volver a luchar por el oro como aquel día...", dijo Rudy. Aquella noche acabó con una sensación amarga para Rudy. Kobe hizo un triple y le sacó la quinta. Rudy, frustrado, se marchó indignado. Siempre ha sido un ganador... Trece años después de ser campeón del mundo, y en el primer campeonato sin miembros de la generación del 80, se ha echado a la Selección a la espalda en muchos momentos del campeonato para estar ante un momento cumbre. El físico (aquella maldita lesión de 2009 después de aquella falta de Ariza) ya no le da para ese mate mundial, pero sí para arrancarse con una racha de triples si el equipo lo necesita o sumar robos como el día de Serbia con lecturas brillantes en defensa: "Sobre todo es la actitud que tenemos los jugadores. Al principio del verano comentábamos que era la primera vez que no había gente de la generación de los 80. Los que hemos convivido con ellos siempre han mirado siempre en ayudar al equipo y es lo que se ha hecho. Estar callados, seguir con nuestra filosofía de dar lo máximo y... luego la vida te da estas oportunidades. Lo vamos a alargar todos los años que podamos...".