Una plástica acción de la final de los Juegos de Pekín 2008 quedó grabada en la memoria de los aficionados al baloncesto en general, y de la NBA, en particular: el espectacular mate de Rudy Fernández (1,96) en la cara de Dwight Superman Howard (2,11), el mejor pívot de la Liga norteamericana y ganador del Slam Dunk Contest en el All Star de ese mismo año. "Supondrá un gran aliciente y un plus de motivación enfrentarnos a Estados Unidos para revivir la final olímpica. Sabemos que se trata de un amistoso, que los partidos de verdad los vamos a disputar durante el Mundial, pero siempre te gusta probarte y medirte con grandes jugadores, con los que además he coincidido estas dos temporadas en la NBA", explica el balear.

El mate sobre Howard provocó una enorme expectación entre el público blazer, ya que Rudy aterrizó en Portland después de los Juegos. Su entrenador, Nate McMillan, se frotaba las manos con su nuevo shooting guard. También le abrió las puertas del concurso de matadores del Fin de Semana de las Estrellas de 2009, donde también participó en el encuentro de rookies contra sophomores. Ahora, su situación en los Blazers es totalmente distinta: acaba de ser sancionado con 25.000 dólares por pedir el traspaso en público.

Respecto al papel de estadounidenses y españoles en Turquía, Rudy lo tiene claro: "España ha demostrado de lo que es capaz en los últimos cuatro años, estando en todas las finales y luchando por todos los títulos. A ambos equipos no nos molesta el cartel de favoritos, aunque hay otras selecciones con opciones de medalla y debemos ir con los pies en el suelo". Sobre la ausencia de figuras, no duda: "Los dos sufrimos bajas importantes, como Pau Gasol, Kobe Bryant o LeBron James, pero habrá que apañarse y tirar para adelante con lo que tenemos. Nuestro sueño es defender con éxito el título conseguido en Japón, en 2006".