Quino Colom, el microondas

Viendo los dos ratitos que ha jugado contra Túnez y Puerto Rico, quien más, quien menos, ha recordado ese apodo de microondas (Microwave) que hizo famoso Vinnie Johnson, uno de los miembros de los Bad Boys de los Pistons que conquistaron la NBA en los años 80. Quino Colom ha cumplido a la perfección el rol secundario que Sergio Scariolo le ha encomendado en estos dos partidos. Después de desatascar el partido ante Túnez en la jornada inaugural, volvió a estar brillante en el segundo cuarto contra Puerto Rico. Scariolo lo metió en el campo con 29-23 para los boricuas. Cuando cinco minutos después de fue al banquillo, España ganaba 29-32. Colom había hecho dos puntos (fantástica canasta de talento individual), había dado dos asistencias y había agilizado el juego al punto de ese parcial de 0-9 que hizo la Selección.

Seguramente, al mismo Colom y a algunos expertos le pareciesen poco esos cinco minutos que estuvo en la cancha. Papeles tan concretos, sin embargo, tienen que ser bien entrenados para funcionar. Es posible que Scariolo piense que ese efecto Colom puede ser un plan a mantener durante todo el Mundial y considera básico que el jugador sepa emplearse en un periodo tan corto de tiempo. Dejándolo más minutos en cancha, tal vez, se evaporaría y Colom seguiría las pautas que normalmente le guían en sus clubes, donde juega muchísimo más, o en las mismas Ventanas.

+25 con Colom en pista

Con Colom en cancha, España está +25 en este Mundial. No parece responder a algo casual que Scariolo, conocedor también de ciertas limitaciones físicas en la parcele defensiva, lo haya usado tan concretamente. Después del primer relevo de base, Llull por Ricky, la entrada de Colom permite a Llull desplazarse al puesto de escolta, donde es casi más determinante. El base andorrano ha encontrado bien al menorquín, a Ribas y a Rudy.

Héroe en las Ventanas, a Colom se le notó algo inquieto en los partidos de preparación. A punto de cumplir 31 años, se jugaba un puesto con Jaime Fernández y era muy consciente de que podía estar ante su última oportunidad de jugar un gran torneo. Humanamente, eso le mantenía en tensión. Desde que Scariolo confirmó que estaba entre los doce elegidos, su juego creció. En los entrenamientos, en el torneo de Ningbó y en estos dos partidos del Mundial. Colom es un jugador con personalidad, buena lectura de juego y ha demostrado que el balón no le pesa para hacer canastas salvadoras contra Letonia o para cambiar el ritmo de estos dos primeros partidos del Mundial. Si su rol se reduce a ser el de microondas, está preparado para ello.