MUNDIAL DE BALONCESTO 2019 | ANGOLA 59 - SERBIA 105
La Serbia de los gigantes asusta
Con una media de altura de 2,05, Serbia, favorita al título junto a EE UU, arrasa en el partido inaugural del Mundial a Angola con unos porcentajes del 65%.
Mientras la policía china, a lo Mortadelo y Filemón, todavía chequea las fotos de periodistas que llevan una semana en China para aprobar la credencial oficial y tiene autorizadas las de algunos que ni están en el país, el Mundial arrancó en Foshan con un Angola-Serbia en el que los subcampeones de todo (Mundial, Juegos y Eurobasket) se presentaron en sociedad con la contundencia que se esperaba.
Es la Serbia de los gigantes. Con una media de 2,05 de estatura (después de la ausencia de Teodosic, su jugador más bajo es Micic con 1,95), asoma con un potencial descomunal. Su juego interior es devastador. Junta el talento de Jokic con la intimidación de Marjanovic y la progresión de Milutinov (si hace falta están Raduljica y Bjelica...). Micic llega después de su tremendo año en Efes Pilsen; Jovic y Lucic son soldados de Djordjevic; y Bogdanovic (24 puntos) ha empezado al nivel que terminó aquel Eurobasket de 2017 en el que libró un duelo memorable con Doncic y Dragic. Serbia puede jugar en transición, estático fuera-dentro, estático dentro-fuera, y su capacidad de intimidación en defensa, aun sin poner ni un gramo de energía de más en su debut, es terrible. Envergadura, brazos largos e intimidación.
Djordjevic lleva años amasando este momento. Los tres subcampeonatos que acumula desde 2014 no le parecen suficientes. Es posible que esas declaraciones que han circulado durante todo el verano ("si nos cruzamos con EE UU, que Dios les ayude") y que ni Popovich quiso contestar, estén justificadas. Que sienta que hay una posibilidad real de ganar a Estados Unidos, de alcanzar el oro que lleva persiguiendo desde que sorprendió a todos en el Mundial de España cuando nadie daba un duro por Serbia como selección ni por él como entrenador. De momento, mandó un mensaje general en su debut: un tremendo 59-105 con un porcentaje de acierto en el tiro de campo del 65% y con un dominio de 41-19 en el rebote si es que hubo algo que rebotear. Sasha quiere que se sepa que la Serbia de los gigantes (Marjanovic cerró el partido con un mate sin saltar) está en China para llevarse el oro.