MUNDIAL DE CHINA | ESPAÑA - TÚNEZ
Un Mundial a la aventura
Una intrigante España empieza ante Túnez su segundo gran torneo sin los referentes de los últimos 18 años y con siete debutantes en la competición.
Por segunda vez en los últimos 18 años y por primera en seis, España empieza un torneo sin los que han sido sus referentes en los últimos veinte años. Los júniors de Lisboa en 1999, que ya ganaban medallas en el Eurobasket de Estambul de 2001, han estirado su leyenda dos décadas y alguno, como Pau Gasol, se resiste al paso del tiempo y aún sueña con estar en los Juegos de Tokio. La del Mundial de China es, por tanto, una intrigante aventura más allá de que el debut ante Túnez, selección número 51 del ránking FIBA, sea un aterrizaje dulce en el torneo aunque, ojo, no se puede regalar ninguna victoria en la primera fase porque se arrastran todos los resultados a la segunda. Porque Scariolo, segundo seleccionador que alcanza los dos Mundiales después de Lolo Sainz (el inolvidable Antonio Díaz Miguel se fue a cuatro), se tuvo que meter en el laboratorio después de dar la lista de 16 que empezó la concentración, consciente de que tenía que borrar la pizarra que lleva utilizando desde que en 2009 asumió el cargo por primera vez. Los resultados de esa Selección "perimetral" y "diferente" que gravitará alrededor de Marc Gasol empezarán a verse este sábado, pero no serán un producto completo hasta la segunda fase de Wuhan, donde España va a jugárselo todo, muy probablemente ante Italia y Serbia.
El Mundial de almuerzo
Pero primero, Cantón (nombre antiguo de la ciudad). Será el Mundial del almuerzo. A las 14:30, balón al aire en el Guangzhou, gigantesca urbe de casi 15 millones de habitantes a más de 2.000 kilómetros del destino final soñado, el Wukesong, donde probablemente España jugase el mejor partido de su historia en la final olímpica de Pekín en 2008. Es el partido número 93 de la Selección en la historia del Mundial, donde firma un 68,5 por ciento de victorias y es uno de los únicos seis campeones que ha habido. Sin embargo, el oro de Saitama es la única medalla en la historia, detalle sorprendente para un país que acumula cuatro metales olímpicos y que se ha nutrido de medallas en los Eurobasket.
El día del sorteo del Mundial en Shenzhen, Mario Palma, 69 años, viejo zorro de los banquillos y hoy seleccionador de Túnez, ya explicó cuál eran las opciones de su selección en el partido ("un milagro pasa cada cien años"). El objetivo de Túnez va por otro lado. El primer clasificado africano estará en los Juegos Olímpicos. Su Mundial es intentar ganar a Irán y Puerto Rico en los dos siguientes partidos para alcanzar la segunda fase, una empresa que se antoja complicada.
Ha habido algún contratiempo de última hora a la llegada a China, pero aparentan estar a punto. Marc ha superado esos problemas estomacales que arruinaron su presencia en el torneo de Ningbó; la espalda de Rudy emite buenas señales y Oriola ha recuperado energía después de una pequeña gripe. Un mes después de rellenar líneas sobre supuestos, es el tiempo de los artistas.