EUROPEO SUB-18 (M) | ESPAÑA 57-53 TURQUÍA
Aldama se consagra y España gana el cuarto oro de su historia
El alero canario metió 17 puntos en una segunda mitad memorable. La defensa en zona fue clave para la remontada. Garuba, 11+14+3+2+4.
La Selección española vuelve a coronarse como el mejor equipo del continente en categoría Sub-18 ocho años después. Lo hizo en un partido que se le puso cuesta arriba en el primer tiempo, contra una selección turca mucho más intensa y defendiendo en una intensidad que cerraba las opciones interiores de los españoles, que además estuvieron muy desacertados en el triple. Todo cambió después del descanso gracias a dos cosas: la defensa en zona planteada por Javi Zamora que causó un cortocircuito tremendo en el ataque turco y la exhibición ofensiva de Santi Aldama, un alero de 2,11 con una calidad impresionante, que empezó el tercer cuarto con 6 puntos pero metió otros 17 en plena remontada.
Zamora prefirió dejarlo en el banquillo de inicio por primera vez en el torneo. Una medida para evitarle cargarse de minutos y de pelea ante la superioridad física del rival. No tardó mucho en salir, pero ni con él ni sin él cambiaba la cosa. Los turcos, con las cosas muy claras, cargaron de faltas a Jaime Pradilla, compañero en la zona de Garuba, que se quedó muy solo en la defensa del aro y cargando el rebote. La sangría en los rechaces (21 de los 48 rebotes turcos fueron en ataque) y las pérdidas (5 españolas en el primer cuarto, 13 totales) amenazaba con tumbar a España muy pronto. Al descanso perdía de ocho (23-31), con el número 7 turco, Mustafa Kurtuldum, como ejecutor. El escolta acabó el encuentro con 19 puntos.
Pero ese cambio en defensa, esa zona ejecutada con bisturí por los jugadores españoles, cambió el paso del partido. Ya no la abandonaron nunca. Sólo hacía falta que alguien las metiera con cierta continuidad en la canasta contraria. No iba a ser Garuba esta vez, que se quedó en 11 puntos, aunque se fajó como acostumbra en defensa:14 rebotes, 2 robos y 4 tapones. El protagonismo ofensivo iba a ser para la otra estrella del equipo, Santi Aldama.
Con unos minutos sublimes entre el tercer y el último cuarto, en los que metió 17 puntos casi seguidos, incluidos tres triples, ponía a España por delante. Igual que con Grecia en semifinales, los turcos le tenían estudiado, le maniataron en los primeros minutos, pero a la larga Aldama se muestra como un jugador inabarcable. En el último cuarto tocó remangarse y las manos empezaron a temblar. 3 minutos y 40 segundos estuvieron ambos conjuntos sin anotar hasta que quedaban apenas 60 segundos de juego. Kurtuldum metió su último triple del partido para poner a los suyos a dos, pero un rebote en ataque de Garuba clave y un tiro libre posterior sentenciaban la final.