España recorrerá casi 32.000 km antes de llegar al Mundial

La Selección viaja esta tarde a Pamplona, donde mañana jugará ante Lituania el primer amistoso de preparación para el Mundial. Con este desplazamiento a la capital navarra se inicia la ruta que les llevará por tres países de tres continentes en los que disputará siete encuentros. Esos viajes suman un total de 31.950 kilómetros. En la cuenta se incluyen todos, algunos con ida y vuelta a Madrid donde el equipo está concentrado. También el último a Guangzhou, la sede donde comenzarán su participación mundialista, aunque allí ya no disputarán ningún amistoso.

Después del viaje a Pamplona (389 km de ida y otros 389 de vuelta), la Selección se irá la semana que viene a Málaga (529). Desde allí volarán a Anaheim (9.571), localidad cercana a Los Ángeles, donde jugarán ante Estados Unidos el 16 de agosto. Regreso a Madrid (9.353) para disputar el último amistoso en casa, el 22 con la República Dominicana. A China llegarán primero a Ningbó para disputar un triangular, en el que será el desplazamiento más largo del verano (10.372). Por último tomarán el avión con destino a Guangzhou, sede de la Selección en la primera fase, sumando otros 1.347 km.

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La mitad que en la Euroliga

La Selección española va a recorrer en menos de un mes la mitad de los kilómetros que harán de octubre a abril los equipos españoles en la próxima Euroliga. El Real Madrid, por ejemplo, estará en el aire unos 70.000 km. Un esfuerzo extra para los chicos de Sergio Scariolo, que se encuentran ante una de las giras más largas en cuanto a distancia se refiere. En gran parte se debe al amistoso en Estados Unidos, para el que hay que ir hasta California y volver a España de nuevo antes de viajar a China.

Esos 18.924 kilómetros permitirán ver a la Selección enfrentarse al mejor equipo del mundo. No jugaba España ante Estados Unidos con los americanos como locales desde el Mundial de Indianápolis 2002, en la pelea por el quinto puesto. La Selección derrotó en aquella ocasión a los estadounidenses 81-75, en lo que supone la única victoria española en competición oficial contra el equipo norteamericano.