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LIGA ENDESA | FINAL | BARÇA 1 - MADRID 2

El Barça se agarra a la Liga

Thompkins falló el palmeo ganador a un metro del aro tras coger el rechace en el aire. El Madrid vencía por seis (71-77) a falta de 2:30. No anotó más. Heurtel, la estrella azulgrana.

Thompkins falla el tiro ganador.
Thompkins falla el tiro ganador.

El baloncesto es así, un equipo puede pasar en 48 horas de celebrar una heroicidad, el milagro de Carroll, a lamentar un fallo garrafal. Y al revés, un bloque frustrado, tras sufrir un hundimiento inopinado en el minuto final, tiene capacidad de venirse arriba con una reacción de coraje. Hablamos del Barça, claro, que se agarra al vuelo a una Liga que se le escapaba entre los dedos.

El Madrid tuvo el 3-0 y el título a tiro durante muchos minutos, y lo tuvo de nuevo en el último ataque, a falta de diez segundos. Campazzo encaró la penetración y resbaló en el penúltimo apoyo, se sacó el balón de encima y, tras varios rechaces, la pelota la cogió Thompkins en el aire, a un metro del aro, sin defensor que le molestara. Debía, eso sí, concluir el movimiento del tiro-palmeo antes de caer al suelo, una acción rápida pero tampoco de una enorme dificultad… La cabeza fue más rápido que las manos y soltó un lanzamiento muy blando que se quedó lejos de entrar.

El héroe de Belgrado hace 13 meses con aquel palmeo salvador que amarró la Décima aún le da vueltas al patinazo. Los dos mejores de la noche en el Madrid (18 tantos por barba, 13 de Thompkins en el segundo cuarto) encadenaron los dos errores que decidieron.

El Barcelona se reengancha a la Liga tras encajar solo 77 puntos, cifra clave para imponerse en el Clásico esta temporada. Y lo logró tras dejar al Madrid a cero en los últimos dos minutos y medio. Campazzo anotaba entonces un triple y su equipo parecía ya abrazar la gloria: 71-77. Pero se paró, lo fio casi todo a la línea de tres, a la circulación del balón por el perímetro, salvo en sus dos posesiones finales, y lo que le había dado alas (15 de 34 en triples, 44%) se las quitó de golpe. Acabó con tres aciertos menos de dos (12 de 26) que de tres. Y también con 14 rebotes menos (35 a 21).

Singleton y la canasta ganadora

Kuric y Heurtel (magnífico el base francés, 21 puntos, 8 en el tercer cuarto para neutralizar la mayor ventaja blanca: 38-49) reaccionaron muy rápido. Triple de uno y entrada del otro para el 76-77 a minuto y medio de la bocina. Llull marraba un triple y Singleton iba con todo a por el aro desde el lado izquierdo. Embistió a Ayón, que lo espera pero dentro del semicírculo de carga. Era la canasta del triunfo; él aún no lo sabía.

Uno arriba el Barça y Llull lo intenta de nuevo: no completa la penetración y el decisivo rechace le cae a Hanga, aunque la mano de Ayón le arrebata la bola y le da la última posesión al Madrid. Un ataque que valía el título y que no aprovechó. Quizá revistió de urgencia la jugada el hecho de que el Barcelona llevara solo dos personales en el cuarto periodo. Un comodín que le permitía detener la ofensiva blanca hasta en dos ocasiones sin que hubiera tiros libres siempre que no fuera una acción de lanzamiento. No necesitó hacer falta, pero la situación condicionó el planteamiento. Primera derrota de los de Laso en todo el playoff, en una fase donde los abrazos y los lamentos se intercambian en un suspiro y donde levantarse rápido es una obligación. El viernes, el cuarto asalto. El Barça se abraza a la Liga. Hay final.