La lesión de Kevin Durant en el quinto partido de las Finales ha dado un vuelco a la NBA. El alero ya cayó en las semifinales ante los Rockets, pero forzó para estar con los suyos en un duelo que era de win or go home para los Warriors y lo pagó con creces. Se tuvo que retirar en el segundo cuarto ayudado por sus compañeros en una imagen que ya es parte de la historia de la Liga y que deja a la estrella con un futuro incierto.

Todo apunta a que se ha roto el tendón de Aquiles, una de las lesiones más graves que puede tener un profesional del baloncesto. Este tipo de molestia se ha llevado a numerosos jugadores por delante, algunos de ellos en los últimos años, y para el alero, de 30 años, puede marcar un antes y un después. Sin ir más lejos y a corto plazo, podría hacer que se replanteara el próximo año, haciendo efectiva la player option que tiene con su actual equipo (de 31 millones) y recuperarse en Golden State. Recordemos que todo apuntaba a que su destino estaba, en teoría, lejos de La Bahía, pero ahora todo ha cambiado.

La máxima duda si finalmente se confirman los pronósticos que hablan de la rotura en el tendón es el nivel al que pueda volver el alero cuando vuelva a las canchas. "No han nada peor que un Aquiles roto" se dice en la NBA. La media de recuperación de esta lesión varía entre 6 meses y un año, pero hay baloncestistas que nunca han regresado a las canchas después de sufrirla. 

Según la NBA, un estudio de 2013 reconocía a 18 jugadores que habían padecido por esta lesión entre 1988 y 2011. Siete de ellos nunca volvieron a jugar, mientras que los 11 restantes regresaron, pero con una disminución de porcentajes anotadores y de sus minutos en pista. A continuación, repasamos los últimos baloncestistas que han sufrido esta rotura y analizamos como volvieron a la cancha después de la misma.

DeMarcus Cousins

Fue la última víctima. El center estaba cuajando el mejor baloncesto de su carrera en los Pelicans y su unión con Anthony Davis en la pintura en un equipo que tenía a gente como Rajon Rondo o Jrue Holiday estaba empezando a dar sus frutos. El timing de su lesión no pudo ser peor. Cayó un 26 de enero en una temporada en la que estaba promediando 25,2 puntos, 12,9 rebotes, 5,4 asistencias, 1,6 robos y 1,6 tapones. Los Pelicans venían de 4 victorias seguidas y de 7 en los últimos 8 duelos. En esta racha, el pívot estaba en 22 puntos, 15 rebotes, 7 asistencias, 3 robos y 2 tapones. Firmó doble-doble en todos esos encuentros, y en dos de ellos triple-doble, incluido el último, en el que lo sumó en menos de 30 minutos antes de decir adiós a la temporada. Apenas cuatro días antes había firmado un 44+23+10+4 (con 1 tapón) en un duelo con prórroga ante los Bulls. Está claro que su caída no pudo llegar en peor momento.

El pívot fichó por los Warriors en veranos buscando el anillo (por algo más de 5 millones) y regresó ante los Clippers el pasado 18 de enero, y aunque ha cuajado buenos partidos, físicamente no es el de antaño. En playoffs se rompió ante los Clippers en primera ronda y ha vuelto a las Finales, donde está cumpliendo a pesar de todas las molestias físicas que arranca, aunque lejos de los promedios de sus mejores días. Eso sí, aún es pronto para hablar de si el jugador se encuentra o no recuperado. Tiene 28 años y es agente libre, por lo que podría buscar nuevos horizontes en los que volver a desarrollar el baloncesto físico y dominante del que hacía gala antes de caer. ¿Dependerá de como queden las Finales? Veremos.

Kobe Bryant

Una de las más dolorosas de los últimos tiempos y que, a la larga, se llevó por delante la carrera de uno de los mejores jugadores de la historia. Kobe caía el 12 de abril de 2013 en un partido ante los Golden State Warriors. Venía de jugar casi 46 minutos por choque en los últimos 7 encuentros, y justo en el anterior ante los Blazers había jugado el partido completo (47 puntos). Tampoco había descansado ante los de La Bahía, a los que endosó 34 puntos. Metió a los Lakers en playoffs en una temporada titánica en la que hizo un esfuerzo sobrehumano. Fue la última gran temporada de Kobe. La última vez que se le vio en su máxima expresión hasta el partido de su retirada (esos 60 puntos). 

A su retorno se le puede definir casi como una lenta agonía. El 8 de diciembre de 2013 regresó contra los Raptors. Jugó solo 6 partidos. 35 en la siguiente temporada. Y 66 en la última. Sus números descendieron y se quedó en un flojo 37% en tiros de campo en ese periodo de tiempo (en el resto de su carrera promedió en torno al 45%), promediando 19 puntos por partido en esas temporadas cuando en su carrera ha llegado hasta los 25. Es verdad que sus mejores años ya habían pasado y que estaba cerca de los 35 cuando se rompió, pero la lesión nos dejó con la duda de ver hasta cuándo podría haber mostrado el nivel de esa temporada. 

Rudy Gay y Wesley Matthews

El primero se lesionó en 2017, cuando estaba cuajando un gran baloncesto en los Kings. Fue un caso parecido al de Cousins: 20 puntos y 7 rebotes (con un 46% en triples) en los seis partidos previos a la lesión. Matthews por su parte se rompió en 2015 cuando vestía la camiseta de los Blazers. Menos de diez días antes había conseguido su máxima anotación de la temporada (31 puntos) antes los Spurs. Su equipo venía de 5 victorias seguidas. Sin él, consiguieron un récord de 10-12 en los últimos partidos.

Son precedentes que dan opciones a Durant, aunque con ciertas reservas. Gay, que antes de la lesión no había bajado nunca de los 34 minutos de promedio, ahora está en 24 en los Spurs. También han descendido sus estadísticas. Eso sí, le hemos visto cuajar buenos partidos con San Antonio y la restricción de minutos es una de las bases del baloncesto de Popovich. Además, el jugador ya no es primera espada en ataque como lo fue en ataque y es normal que sus números se hayan visto mermados.

A Matthews también le hemos visto con buenas sensaciones desde su retorno y sigue siendo un jugador importante en la Liga. Jugó 78 partidos en Dallas la temporada siguiente, un gran retorno para una lesión tan grave. Eso sí, vio como sus números descendían y pasaba de un 45% en tiros de campo a un 38.

Más roturas del tendón y las opciones de Durant

Estos han sido los casos más recientes de la rotura del tendón de Aquiles, aunque no han sido los únicos. Le pasó a Diminique Wilkins en su día. Es uno de los casos que más esperanzas puede dar a Durant. Se lesionó con 32 años, pero regresó en la siguiente campaña y promedió 29,9 puntos por partido siendo elegido en el segundo Mejor Quinteto de la Liga. y jugando 71 partidos. Un buen precedente. 

Brandon Jennings también sufrió la rotura, pero tuvo menos suerte. Lo mismo le pasó a Billups, que contaba con 35 años cuando fue víctima del Aquiles. Sin embargo, tradicionalmente son los pívots cuentan con menos posibilidades de regresar en plena forma. Son más grandes, soportan más peso, y su adaptación de nuevo a la cancha es más complicada. Ya le pasó a Anderson Varejao, que cayó y no volvió a jugar a su mejor nivel, sumando solo 67 partidos en las dos siguientes temporadas. Más de lo mismo ocurrió con Mehmet Okur: apenas 30 encuentros también en las dos campañas posteriores a su lesión.

Durant es otra historia. Es alto, pero es más liviano y no tiene un amplio historial de lesiones (más allá de los 27 partidos de la 2014/15). Eso sí, ya no es tan joven como antaño y habrá que ver cómo se recupera de una rotura de estas características. Su resiliencia no es un problema. Los jugadores de la NBA se preparan toda su carrera para este tipo de cosas. Su capacidad física es otra cosa. Sin ser un jugador que se base en su físico tanto como LeBron o Westbrook, necesitará un mínimo para volver a un buen nivel. Entramos por lo tanto en una nueva etapa en la carrera de la estrella: lo importante ya no es el cuándo sino el cómo. Su retorno se dará antes o después. Ahora habrá que ver en qué condiciones lo hace.

“Perdí la explosividad, nunca la recuperé del todo. Tuve que cambiar mi mentalidad, adaptarme”. Estas fueron las palabras de Elton Brand tras caer en 2007 presa de la rotura del tendón de Aquiles. Reconoció que nunca volvió a ser el mismo. ¿Será capaz Durant de regresar a su mejor nivel? Solo el tiempo lo dirá. Las lesiones no perdonan a nadie. A los mejores jugadores de la historia tampoco.