Shengelia, Vildoza, Garino y Bordignon fueron los jugadores del Baskonia que acudieron a la despedida de Marcelinho Huertas. También hubo presencia del Team Manager Félix Fernandez, y de personal del cuerpo técnico (fisio, delegado y utillero). Alfredo Salazar, jefe de ojeadores e Iñaki Iriarte (entrenador que colabora con los jóvenes para afinar su técnica individual) también estaban. Huertas dijo adiós con mucha emoción tras proyectarse un vídeo sobre su trayectoria.

"Hay que acompañar a Marce en un momento como este. Es un gran jugador pero también deja huella como magnífica persona. Es un muy buen tío y un gran compañero que lo da todo dentro y fuera del campo. Esta siempre será su casa y formará parte de la familia baskonista porque se lo ha ganado. Se marcha pero tiene las puertas abiertas", dijo Félix Fernandez en la presentación de la rueda de prensa.

"Dejar este club como jugador es duro. Es uno de los mejores clubes en los que mejor se puede estar para jugar al baloncesto. Recuerdo cuando llegué en 2009 tras un año desastroso en Italia. Tener expectativas para ganar títulos y conseguir alguno de ellos ha sido algo increíble", comentó Huertas cerca del sollozo.

"Después de dos años en la NBA se me volvió a dar la oportunidad de regresar aquí. El año pasado terminamos con mejores sensaciones que en este pero creo que lo he dado todo. Me llevo de un gran recuerdo", añadió. Cuando se refirió a la afición, compañeros, familia y medios de comunicación ya directamente rompió a llorar. El base le dio una bufanda a Shengelia que le entregó en su día un peñista para que se la llevara a la patrona de Vitoria en caso de ganar la liga. La Virgen Blanca tendrá que esperar pero el georgiano ya tiene el encargo. Marcelinho se centrará ahora en el Mundial de China (con Brasil) y en encontrar un nuevo destino. Suena para Iberostar Tenerife pero él no quiso desvelar nada al respecto. También se especuló con la opción del Alba de Berlín de Aito García Reneses.