"Olympiacos y Panathinaikos no tienen rivalidad, tienen anarquía"
El técnico del Panathinaikos Rick Pitino se mostró muy crítico con la situación vivida entre estos dos equipos: "Las grandes rivalidades se construyen con respeto".
La guerra abierta que han mantenido Panathinaikos y Olympiacos hasta la fecha se ha saldado con el descenso del conjunto de El Pireo a la A2 (segunda división griega) tras no presentarse en su duelo de cuartos de final de la liga helena ante, precisamente, su máximo rival.
El lío comenzó en las pasadas semifinales de Copa, en la que se enfrentaron estos dos equipos. El Olympiacos se retiro del encuentro al descanso quejándose de la labor arbitral al rival y confirmó que no volvería a jugar un partido en competición nacional si alguno de los tres colegiados de ese encuentro formaba parte del equipo arbitral, y tampoco se volvería a enfrentar al PAO si los árbitros de esos próximos choques fueran griegos.
La Liga amenazó al conjunto de El Pireo con el descenso automático si no se presentaba a algún choque por una de estas exigencias y finalmente esto ha sucedido en los playoff de la Liga Griega: el bloque verde jugará las semifinales ante el Peristeri y lo hace tras clasificarse en cuartos por incomparecencia del Olympiacos, equipo que, salvo que la Liga Adriática le acoja para los tres próximos años, descenderá a la A2.
El transcurso de estos sucesos entre estos dos equipos están siendo un ejemplo pésimo para el baloncesto y el deporte en general, superando los límites de la rivalidad. "La gente dice que la del Olympiacos y Panathinaikos es una de las mayores rivalidades que hay, pero yo no lo creo. Las grandes rivalidades se construyen con respeto. Se dan cuando el otro equipo te supera pero cuando nos enfrentamos queremos matarlos y ellos quieren matarnos a nosotros", afirmó el técnico del Panathinaikos Rick Pitino en la previa de semifinales de la liga: "Al final del partido intento tener el mayor de los respetos por todos los jugadores y el equipo técnico del Olympiacos. En eso consiste la rivalidad. Cuando ellos no respetan al otro no existe rivalidad, existe anarquía. Lo que sucedió este año fue anarquía."
El entrenador estadounidense acaba su contrato con el bloque ateniense a final de esta temporada y reconoce que, a pesar de todo lo sucedido, su experiencia en el banquillo de los atenienses ha sido bastante positiva: "Me están molestando muchas cosas pero el 90% de estos seis meses frente al equipo ha sido increíble. El otro 10% me avergüenza como entrenador. Mi deseo para Grecia es que todas estas tonterías desaparezcan".