LIGA ENDESA | 34º JORNADA | FUENLABRADA 88 - TENERIFE 84
Dulce despedida para Popovic: triple ganador y victoria
Dulce despedida del baloncesto profesional para Marko Popovic, que anotó el triple decisivo a 17 segundos del final de la prórroga, dio la victoria al Fuenlabrada.
Una dulce despedida del baloncesto profesional para el escolta croata Marko Popovic, que anotó el triple decisivo a 17 segundos del final de la prórroga, dio la victoria al Montakit Fuenlabrada (88-84) privó al Iberostar Tenerife de jugar los 'playoffs'.
El escolta croata, que se convirtió este domingo en el quinto anotador histórico de la entidad con sus 12 puntos de hoy (1.460 en total), no pudo dar un mejor cierre a sus 21 años de trayectoria profesional, jugando 16.38 minutos, entre ellos los momentos 'calientes' de la prórroga, que decidió con un triple.
Su actuación, complementada con 21 puntos del congoleño Christian Eyenga, 20 del mexicano Paco Cruz y minutos de mucha calidad de pívot canterano del Fuenlabrada, Osas Ehigiator (4 puntos y 4 rebotes); condenó a un Iberostar Tenerife que arrancó dominador, pero se perdió a partir del tercer cuarto.
El conjunto de Txus Vidorreta, que dependía de sí mismo para asegurar su plaza de playoff ante un rival que no se jugaba nada en lo deportivo, no encontró a sus tiradores (solo embocó 9 triples de 33 intentos, 33 % de acierto) y vio cómo su mejor hombre interior, el estadounidense Colton Iverson, se cargaba rápido de faltas, igual que su tirador argentino Nico Brussino. Sin ellos, los canarios se hundieron en el segundo parcial y pese a que forzaron la prórroga con una bandeja de Javier Beirán (máximo anotador hoy con 15 puntos), también fueron superados en esa instancia ante un 'Fuenla' motivado para despedir a su ídolo.
Y eso que el Tenerife tuvo un buen inicio, en el que los que encadenó un parcial 0-10 para irse 5-15, con triples de Rodrigo San Miguel y Brussino. El tiempo muerto del técnico local 'Jota' Cuspinera no arregló gran cosa, ya que a la tímida reacción local se volvió a imponer la defensa del Iberostar y un atinado Beirán en ataque, que mantenía a los suyos diez puntos arriba (10-20).
Era el guión esperado por Txus Vidorreta, hasta que apareció el homenajeado del día: Marko Popovic, quien aparte de levantar al público de sus asientos elevó el nivel de sus compañeros, anotando y asistiendo para recortar la renta al final del primer cuarto (15-24) y dejarla aún más
escueta en el amanecer del segundo parcial, con un triple y dos tiros libres (23-24, min. 12).
La versión guerrera del Fuenlabrada siguió vigente aún sin su ídolo sobre el parqué, porque el británico Daniel Clark y luego Marc García siguieron acertando desde la línea de tres puntos ante un Tenerife desorientado.
El Iberostar no encontraba soluciones para volver a distanciarse, hasta que Colton Iverson empezó a imponerse en la pintura, pero el esfuerzo del estadounidense no fue suficiente, ya que entre los rebotes del pívot canterano fuenlabreño Osas Ehigiator -protagonista por los problemas
de espalda del ucraniano Slava Kravtsov- y un triple de Tomás Bellas, igualaron el encuentro al descanso (36-36).
Tras comprobar durante el intermedio que los resultados de sus rivales no le valían para entrar al 'playoff', el Tenerife salió en busca de la victoria, con dos vuelos del senegalés Mamadou Niang; pero su ímpetu acabó rápido y dejó correr al Fuenlabrada, un error que los locales castigaron con un parcial 11-0 (49-43, min. 24). Llamó a los suyos Vidorreta con un tiempo muerto, pero fue en vano, porque solo Beirán y el tirador belga Pierre Gillet tiraban del carro, y tanto Brussino como Iverson cometían su cuarta personal, lo que permitía al Fuenlabrada mantener un colchón de seis puntos para afrontar los últimos diez minutos (59-53).
El peligro de que los aurinegros se cayeran del playoff era real, pero el Fuenlabrada seguía de dulce, corriendo y anotando, aunque nunca con más de nueve puntos de ventaja. Eso permitió al Iberostar volver, con dos canastas seguidas de Tim Abromaitis y un palmeo de Iverson, que
empató el partido (66-66, min. 36).
Pero el Montakit no había dicho su última palabra, y un triple de Marc García seguido de un palmeo de Eyenga se encargaron de recordarlo (71-66). Con el Fernando Martín convertido en caldera, Brussino y Ferrán Bassas igualaron dos veces el marcador, y en la última posesión del Tenerife, la búsqueda del triple se convirtió en una bandeja de Beirán, que igualó para la prórroga 75-75.
El Iberostar vio el tiempo extra como una oportunidad dorada, y encadenó un tiro por técnica, un 2+1 de Beirán y una bandeja de Bassas (75-80); a lo que respondieron los locales con triple de Rupnik, dos bandejas consecutivas del mexicano Paco Cruz y un mate de Eyenga para el 84-82
a falta de 49 segundos.
Erró su triple en la siguiente posesión Brussino y gestionó bien la penúltima posesión el Fuenlabrada, estirando el tiempo hasta que solo quedaron 17 segundos en el reloj. Fue el momento de Popovic: el triple lejanísmo, en el momento justo. La mejor despedida posible para quien ya es una leyenda del Fuenlabrada.
Popovic y el último triple de una leyenda
El escolta croata Marko Popovic, de 36 años, se despidió del baloncesto fiel a su esencia: con un triple lejanísimo y decisivo para ganar un partido para el que estaba descartado por lesión, y con el que puso el broche de oro a su carrera en Fuenlabrada, donde ya es considerado una leyenda.
El tirador balcánico, que no había entrenado junto a sus compañeros en las dos últimas semanas por su lesión de rodilla, pidió a su entrenador, José Ramón 'Jota' Cuspinera, despedir 21 años de carrera en el baloncesto profesional jugando. Y no pudo hacerlo de otra forma que siendo, una vez más, decisivo.
"No podía imaginar que acabaría de esta manera, ha sido un sueño para mí... Tenía que haber estado de baja de 4 a 6 semanas, habían pasado dos pero decidí dar todo lo que tenía a este club y a esta afición que me han dado todo y me han aceptado como uno de los suyos", explicó Popovic tras el encuentro.
El carismático escolta balcánico, que con sus 12 puntos de hoy se convirtió en el quinto anotado histórico del club (1.460 puntos), no quería despedirse del baloncesto sin pisar el parqué, en un partido especial en el que vinieron a verle amigos y familiares de su localidad natal: Zadar, en Croacia.
"Comentó a mis ayudantes que quería jugar y yo le pregunté y el me dijo: 'Es mi retirada, no estoy recuperado pero no tengo malas sensaciones'. Determinamos que él me iba a ir orientando si tenía molestias, de hecho él me ha pedido el cambio dos veces. Y el final lo hemos visto todos. Me he emocionado hasta yo, ha decidido arriesgar y le ha salido", confesó el entrenador tras el encuentro.
La despedida fue redonda desde el inicio, en un partido en el que todos sus compañeros jugaron con su apellido sobre su dorsal. Una legión de 'Popovics' para homenajear al hombre del día, en un partido en el que el Fuenlabrada no se jugaba nada, ante un rival, Iberostar Tenerife, que peleaba por una plaza de 'playoff'.
Recibido con una bandera croata ondeando en una de las esquinas del pabellón y con cartulinas rojas con su cara y el lema "un Marko incomparable", Popovic calentó como si su rodilla no le doliera.
Saltó el croata con unas zapatillas blancas personalizadas con la cara de sus dos hijos, Amelia y Adrian, en los dos exteriores del pie. Como era lo esperado, no figuró en el quinteto inicial y esperó su oportunidad en el banquillo.
El momento llegó antes de lo esperado, en el minuto 9, con el Fuenlabrada 12 puntos por debajo en el marcador (10-22). Se aproximó a la mesa de los jueces para salir, y con él amanecieron los aplausos. Sacó de fondo el esloveno Luka Rupnik y buscó a su compañero croata, que encontró la carrera de Christian Eyenga para que el congoleño encestara la bandeja y sacara falta.
No tardó mucho en llegar su primera canasta, una penetración con bandeja lanzada con la mano derecha que inauguró su marcador particular y supuso el 15-24 con el que se clausuró el primer cuarto.
La fe del tirador croata no se quedó ahí, ya que con él continuó el parcial del Fuenlabrada, con un triple de más de siete metros y provocando una falta cuyos tiros anulaban la ventaja tinerfeña (23-24, min. 12). Poco después se retiró, con 7 puntos, dos asistencias, un rebote y dos balones perdidos.
Su retorno a la cancha se produjo en el momento más dulce del partido para el Fuenlabrada, en el tercer cuarto cuando los madrileños le habían dado la vuelta al marcador (54-48, min. 28); y sus últimos minutos fueron en los momentos calientes, los últimos 30,4 segundos con un 75-73 en el marcador
En el tiempo extra, siguió en el parqué, probó un triple en el que el aro escupió su lanzamiento, pero el lanzamiento bueno, el necesario, el importante, a 17 segundos del final, sí que entró. Un intento lejanísimo, a más de diez metros del aro, tras un pase del esloveno Luka Rupnik, que sentenció el encuentro (87-82).
A la alegría de la victoria, finiquitada con un tiro libre más para su cuenta y el 88-84 final, le siguieron los abrazos y los homenajes, un vídeo que recordaba sus mejores momentos en cuatro años en Fuenlabrada, y el reconocimiento de las autoridades.
"Eres un jugador de leyenda", le dijo el presidente del Fuenlabrada, José Quintana. "En una ciudad donde nunca nos han regalado nada siempre nos ha gustado la gente luchadora como tú, nos has hecho vibrar", añadió el alcalde de la localidad, Javier Ayala, presente en el pabellón en plenas elecciones municipales.
Y cerró el propio Popovic. "Venir fue una locura venir, luego se convirtió en una pasión y ahora es amor. Nunca había pensado en tener una despedida como esta", finalizó, con su hija Amelia en los brazos y su mujer y su hijo bien cerca. "Ahora me van a tener en casa", añadió.
Aclamado por su afición, a la que saludó personalmente dando la vuelta al pabellón chocando las manos con todos los seguidores del Montakit, el escolta nacido en Zadar (Croacia) en 1982, cerró su carrera deportiva al borde de los 37 años, que cumplirá el próximo 12 de junio, en la que Fuenlabrada fue su hogar los últimos cuatro.
El tirador balcánico, formado en el KK Zadar de su localidad natal, pasó por Cibona de Zagreb, Valencia Basket, Efes Pilsen, Zalgiris Kaunas, Unics Kazan y Khimki, desde el cual llegó al Fuenlabrada en el inicio de la temporada 2015-16, cuando su compatriota Zan Tabak era entrenador del equipo fuenlabreño.
Dos participaciones en la Copa del Rey, una en los 'playoffs' de la Liga Endesa, y dos aventuras en la Eurocopa y la Liga de Campeones, son el bagaje de Popovic en Fuenlabrada, dentro de un palmarés que incluye dos Eurocopas ganadas con el Unics Kazan en 2011 (cuando fue el jugador más valioso de la final) y el Khimki en 2015, y títulos en Croacia, Turquía Lituania y Rusia.
Popovic, internacional con Croacia en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, el Mundial 2010 y varias ediciones del Eurobasket, solo dejará en su 'debe' no haber conseguido una medalla con el combinado arlequinado. El único lunar de una carrera que tocó a su fin en Fuenlabrada, con el último triple de un jugador de leyenda.