Itoudis lloró por su segundo título y Ataman deploró los insultos
"Los árbitros, comisarios y delegados no hablan turco, se aprovecharon de esto, en mi país se habría parado el partido", esgrimió el técnico del Efes sobre los ataques verbales de hinchas del Fenerbahçe.
Tras la batalla, los técnicos de la final se enfriaron y repartieron elogios al rival. Reflexionaron en voz alta, recibieron los parabienes de la prensa y acabaron aplaudidos. Itoudis, el ganador, muy educado y sonriente, hasta saludo personalmente a unos cuantos. En la pista, aún con el confeti dorado cayendo del cielo del Buesa, pidió perdón a su familia por 'robarle' tanto tiempo para dedicárselo al baloncesto y besó a su esposa apasionadamente.
"Fue una temporada en la que jugamos una final en cada partido de la temporada regular para poder luchar por el título". Lloró al conseguir su segundo título con el CSKA y destacó que tienen "un gran grupo de competidores que están unidos y que sacrifican su cuerpo y su tiempo libre para poder competir a este nivel y se preparan para ser retados y criticados".
Incidió en que cada jugador creyó en el equipo y se acordó de directivos, patrocinadores y seguidores que recorrieron tantos kilómetros para llegar a Vitoria. "Estoy orgulloso de que el Chacho entendió que emparejarse con Larkin o con Micic no era bueno para él y aceptó su papel y apoyó al equipo", afirmó Itoudis, que destacó que ningún jugador se puso "por encima del paraguas del CSKA y ninguno pensó en su beneficio personal