El Madrid de Garuba gana la Euroliga con un Nakic estelar
El alero, MVP, sobresalió en la final ante el Mega serbio (95-76) con 33 puntos y 41 de valoración. Sylla sumó 40 (16+14) y Garuba, 21 tantos y 5 tapones.
En 2015 fueron Doncic, Yusta, Barreiro y compañía y ahora son los Garuba, Nakic, Sylla, Queeley, Tisma, Samar, Mejías, Rubén López... un gran bloque con muchos jugadores prometedores, que es de lo que se trata más allá de los títulos. El Madrid es campeón de Europa júnior (Sub-18) por segunda vez desde que se creara el torneo de la Euroliga en 2003. Y lo es con una actuación estelar del alero balcánico Mario Nakic, hijo de Ivo Nakic, compañero de Petrovic en la Cibona. Récord de anotación y valoración en una final. Terminó con 33 puntos (7 de 13 de dos, 1 de 3 en triples y 16 de 19 desde la personal), 8 rebotes y 4 asistencias para 41 de valoración. Y también con la labor impagable del senegalés Amar Sylla, que lleva una progresión que le acerca a la élite: 16 tantos, 14 capturas, 6 pases de canasta y 5 tapones para 40 créditos. Mientras que Usman Garuba añadió 5 gorros a sus 21 puntos para 25 de valoración, 22,2 de media en el torneo.
Cuatro torneos clasificatorios, 32 equipos y una fase final en Vitoria en la que los blancos han arrasado. Cuatro triunfos ahora sin mácula en la fase definitiva y cuatro antes en Múnich, durante la clasificación en enero. Los de Mariano de Pablos se van de Vitoria con el trofeo y con una sensación de superioridad abrumadora, pocas veces vista antes en esta cita. De jueves a domingo han encadenado cuatro triunfos por una diferencia media de 29,5 puntos ocho días después de ganar el campeonato de España al Barcelona.
El Mega Bemax serbio fue un gran finalista, el rival más duro para el Real en el Adidas Next Generation (así se llama oficialmente el torneo), aunque su calidad (grandes movimientos del interior Aleksandar Langovic) no le bastó. Arrancó fuerte y centrado (5-9), pero se desenganchó sin solución en el segundo cuarto ante el despliegue defensivo madridista con exhibición de mates incluida y el talento extraordinario de Nakic y de Garuba. Entre ambos agrupaban al descanso 36 tantos (21 y 15, respectivamente) de los 50 del Real y 47 de valoración (27 y 20).
Pero había más, la gran labor del senegalés Sylla y su intimidación, la enorme defensa del inglés Queeley (firmó una penetración preciosa) y la visión del esloveno Ziga Samar (4 asistencias entonces). La brecha se había abierto hasta un +22 (50-28) y el mérito del Mega fue coserla parcialmente. A tiro de tres triples llegó a ponerse en la reanudación: 62-53. Estaba en el ajo, Sylla y Nakic lo alejaron con otro arreón pese a que demostró carácter y nivel competitivo.
De ahí al final, Nakic nos regaló un canastón en un uno contra dos en penetración con terminación a aro pasado. Y el entrenador serbio, un emotivo abrazo a uno de sus jugadores en un tiempo muerto, a Marko Brekic, en concreto, que no tenía el día en el tiro. Y luego llevó a sus jugadores a hacer una piña para celebrar el subcampeonato. Los del Madrid cantaban en la grada abrazados a sus familiares y amigos aquello de "campeones de Europa".