Lamar Odom es uno de los grandes protagonistas, si no el que más, del inicio de una nueva temporada de la Big3, una liga semiprofesional de 3x3 que está acogiendo en su seno a antiguas estrellas de la NBA. Odom no es el único, también han accedido a ella este año Greg Oden o Royce White, que salieron de la NBA de mala manera... igual que él, que acabó cortado por el Baskonia por su mal juego.

La competición se disputa en Las Vegas, la ciudad en la que casi fallece en octubre de 2015 cuando sufrió 18 infartos y estuvo clínicamente muerto. Para él es un acontecimiento especial, pero no es -obviamente- el mismo. Se lo ha confesado a Arash Markazi, periodista de Los Angeles Times, en una reflexiva entrevista. 

"Mis doctores me dicen que soy un milagro andante, que están fascinados con que siga aquí. Siempre supe que tenía mucha fuerza, pero mi voluntad es mayor de la que incluso yo creía. Cuando me desperté del coma y no podía hablar o caminar, nunca pensé que estaría aquí, regresando para jugar al baloncesto o hablando charlando contigo. Estar es ya una victoria para mí"

"No soy el mismo. No puedo recordar casi nada. Mi memoria a corto plazo es realmente mala. Es duro y frustrante. Si existiera un póster sobre el Alzheimer, probablemente estaría en él. Es algo que me aterra. Tendré que ir a ver a un médico especialista e intentar tratarlo"

"Es especial que sea en Las Vegas: casi fui al colegio aquí, casi morí aquí... Es una locura lo que he vivido aquí. Espero que esta situación me prepare para poder irme a jugar a otro país la próxima temporada porque es lo que quiero hacer por encima de todo: quiero una última oportunidad"

Odom participará a sus 39 años en la Big3 con Enemies, el equipo del que va a ser capitán junto a otro ex-NBA como Gilbert Arenas (Wizards, entre otros).