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BILBAO BASKET 62 - MELILLA 59

El Bilbao se asegura la ventaja de pista tras ganar al Melilla

Partido muy trabado de los 'hombres de negro', que se aferraron al rebote ofensivo y la defensa para seguir como favoritos para la segunda plaza. Demetrio, el mejor.

Una jugada del partido
Una jugada del partido

La primera plaza era imposible porque el Betis se la negó al resto de la LEB. Así que los mortales porfiaban por la segunda. Y en esta trama el Bilbao Basket, el otro descendido, tiene mucho que decir. En ello anda. De momento, se ha asegurado la ventaja de campo en el primer y único playoff existente, el que conduce a la Final a Cuatro. Es decir, ha dado el paso para asegurarse la presencia en el lote de los cinco primeros. El Melilla fue en este caso la víctima propiciatoria de un equipo que ha cogido una senda de solidez de la que no se quiere descabalgar hasta recuperar su sitio en la élite. Lleva seis victorias seguidas y no se advierte quién le va a apartar de su pensamiento. Hasta sin jugar fluido ni inspirado de cara al aro como hoy, se aferra a las correas defensivas y el aplomo final y saca los encuentros.

El Melilla es un equipo que empezó mal el año, luego encadenó una serie de siete triunfos seguidos y ahora, en el momento decisivo, se ha vuelto a venir a las alcantarillas. Las bajas no le ayudan. Aterrizó en Miribilla sin Urtasun ni Juan Rubio, el primero de enorme experiencia, y en la práctica actuó con ocho (más 2:38 de Kalinicenko) frente a un adversario con 11. Lleva cuatro derrotas consecutivas y está a tiempo de tener ventaja de campo en las eliminatorias por el título y hasta de quedarse fuera de las mismas.

Mumbrú tenía clara la estrategia: había que meter una centella en el juego para que se le hicieran muy largos los 40 minutos a los melillenses. Ante esa agresividad, los pupilos de Alcoba no alteraron los biorritmos. Trataron de generar siempre desde el poste, con Balaban, y de mantener el juego en el cinco por cinco. Poco a poco lo fueron logrando, con buenas lecturas de las ayudas y conteniendo un poco el torrente desde el bloqueo del Bilbao Bsket y el daño que hacía Larsen. Lammers cerró la canasta e incluso empequeñeció a un Dos Anjos que es interminable, un proyecto de jugador que fue creciendo en el Madrid pero que habrá que aportar mucho cariño para su evolución. Vucetic regresó a casa y fue ovacionado pero tuvo una tarde nefasta. El Melilla se quedó en cinco puntos en el último cuarto.

El rebote ofensivo decidió la contienda: 20 para los locales (cuatro seguidos en el último minuto). Demetrio terminó por erigirse en el factor decisivo, pero las pérdidas tontas fueron conduciendo a un final apretado. El mérito melillense es que pese a las pocas herramientas de que disponía tuvo un tiro triple, de Zyle, para forzar la prórroga. La virtud del RETAbet se ciñe a que sin estar inspirado en ataque, se aguardó otra en la saca.  Mumbrú se acordó de Iñigo Pedrosa, de la cantera, tras el fallecimiento de su madre.