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ARABERRI 52 - BILBAO BASKET 76

El Bilbao Basket abusa de un triste Araberri en Mendizorroza

Esta vez supo anular a Robinson y se paseó hasta rozar la mayor paliza de la temporada. Victoria coral desde la defensa con superioridad en todos los aspectos del juego.

Salgado, en el derbi de Mendizorroza
Salgado, en el derbi de MendizorrozaPAULINO ORIBEDIARIO AS

A estas alturas, pocos entienden cómo el Araberri pudo ganar en Miribilla en la primera vuelta. Bueno, en algo influyó que Robinson, un jugador al que si se le deja entrar en combustión es un manantial ofensivo, se sintió por entonces el LeBron de la LEB. Es el máximo anotador de la competición (21 de media hasta hoy, cuatro más que el segundo) y condiciona partidos. Anulado el eléctrico base de Carolina del Norte con el marcaje de los escoltas, el Bilbao Basket no sólo se tomó la revancha de lo ocurrido en la primera vuelta, es que trituró a un equipo menor que perderá la categoría a buen seguro. Le pusieron cuatro defensores: Brown, Huertas, Rigo y Schreiner, este solo en tres ataques, y le lanzaron dos contra unos con el cuatro porque no importaba mucho dejar solo a Portález. Así que tenía que soltar el balón cada vez que pasaba a campo de ataque y no cogió ritmo: lanzó solo cuatro tiros en el primer tiempo y encestó al último intento. Por su impotencia, encima se cargó con faltas pronto: llevaba dos a 4:44 para acabar el primer cuarto. En uno de los viajes al banquillo tiró una toalla al suelo de pura rabia. Su equipo se disolvió en mil intentos absurdos por cubrir esa laguna. Él se quedó en seis puntos, 15 menos de su media.

El el RETAbet es un notario de las profundidades de la tabla, ha podido evidenciar que este equipo vitoriano (muy humilde, sin relación con el gran Baskonia y con muy poca gente en Mendizorroza) es aún peor que el colista Prat. Empezó tensando en primera línea para correr la pista y anotar con bandejas. Desde la defensa marcó un estilo y no se dejó ir en los 40 minutos. nadie destacó por encima del resto (tal vez Matulionis) y no hubo dientes de sierra, todo muy compacto, sin alardes ni florituras, dedicado a los 200 hinchas que viajaron desde la capital vizcaína. Fue a por el partido agresivo y carente matices, a bloque. Su superioridad abarcaba todas las facetas: defensa, rebote, poste bajo, físico, tapones, ‘alley oops’, ritmo y tiro. Por ejemplo, salió Edu Martínez anotó tres triples y una canasta de dos. Todo seguido, en linea recta bien larga como desde Moyua hasta plaza Circular, para acabar con la resistencia vitoriana. El pobre Araberri tiene gente como Okoroh que para abrir boca en un tiro a media distancia se quedó a metro y medio del aro.

En la pelea por la segunda plaza no se van a hacer prisioneros. Ganaron Melilla y Oviedo (lleva cinco seguidas) y también Granada que está solo un peldaño más abajo. El Bilbao tiene un periplo ante Prat, Araberri y Cáceres que debería resolver con sonoras palizas, antes de encarar toros mayores. De momento ha cumplido. De paso, algunos jugadores van recobrando la salud baloncestística. Por ejemplo, Larsen fue inabordable bajo el aro y hasta se marcó un gran pase en la cabecera de la zona. La duda era si se superarían los 30 de la mayor paliza bilbaína este año, ante el Betis. El equipo no bajaba la intensidad porque este tipo de satisfacciones cobran gasolina para el futuro. Los vitorianos colocaron una defensa zonal con ajustes pero se la rompieron casi sin despeinarse. El marcador llegó a doblar guarismos para los visitantes: 26-52. Un aro pasado de Cruz cerca del final puso el 44-78, pero al final el asunto se fue a +24. Baño y masaje. El cuadro de Mumbrú lleva una media triunfal de 27 puntos en tres de los cuatro últimos partidos, ante Betis, Prat y Araberri. "El Bilbao ha sido el único equipo serio en la cancha", señaló el técnico local, Manolo Povea, que llegó en busca de ser un revulsivo pero no ha reenganchado al Araberri a la vida. Llevan cinco derrotas seguidas, la peor serie abierta en la actualidad en la LEB Oro. ¡Qué crudo lo tiene!