El Barça vuelve al WiZink con 'Instant Replay' pero sin polémica
El vídeo fue revisado en múltiples ocasiones pero esta vez la victoria del Barça acabó sin polémica y con parte del público abandonando el campo a falta de un minuto para el final.
Una pancarta con el lema ‘Una vida dedicada al Real Madrid’ y un mosaico de cartulinas moradas y blancas fueron la carta de presentación de la afición madridista en un duelo que podría desembocar en un cambio de líder en la Liga Endesa. Este se daba cinco semanas después de la polémica final de Copa del Rey disputada en el WiZink Center. Salvando la cita previa europea que tuvieron hace menos de un mes en el Palau, los dos equipos volvieron a verse las caras en el feudo madridista, el cual iba cogiendo temperatura a medida que avanzaba el partido.
Todo comenzó con una sonora pitada al equipo azulgrana tras desembocar el túnel de vestuarios. Esta se intensificó en el momento que apareció en escena el exmadridista Ante Tomic. Nada fuera de lo habitual hasta el momento en un partido que comenzó como lo que es. La tensión se respiraba en un ambiente que empezaba a coger temperatura a final del primer cuarto y lo hizo en forma de ‘déjà vu’. El bloque azulgrana se quejaba de una falta prácticamente sobre la bocina de final del cuarto y los árbitros se dirigían al ‘Instant Replay’. Otra vez volvían los fantasmas al Palacio y el público se encendía. Y de qué manera. Con los azulgrana como foco general y, sobre todo, con Pierre Oriola, el más insistente de los culés en sus quejas sobre la falta. Finalmente las imágenes revisadas daban la razón a los locales y la afición volvía a la calma.
Pero el recorrido de esta montaña rusa no había hecho más que empezar y el repunte llegaría tres segundos antes del descanso. Con unas protestas reiteradas de Svetislav Pesic sobre una jugada anterior llegó la advertencia de los árbitros y la grada hacía fuerza pidiendo una técnica que nunca llegó. Ese desconcierto se contagió a los jugadores blancos y un despiste en el balance defensivo hizo que Kyle Kuric anotase de tres sobre la bocina.
La vuelta a la pista de los jugadores tras el descanso apaciguó al Palacio durante los primeros minutos. Pasaron siete hasta que Pesic volvía a quejarse por otra acción y la afición elevaba su voz con gritos de “fuera, fuera” tras ver que los árbitros rectificaban y pitaban la falta. El Madrid iba a remolque del Barça hasta que igualó mediando el último cuarto. Fue ahí cuando la tensión aumentó por momentos pero el conjunto visitante consiguió recuperar un margen cómodo que supo mantener hasta el final. Este hecho hizo que parte del público abandonase su localidad en el último minuto. Uno totalmente diferente al que se vivió aquel 17 de febrero.