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BILBAO BASKET 93 - CB PRAT 75

El colista Prat paga los platos rotos del Bilbao en Miribilla

Dos parciales de 17-0, en el segundo cuarto, y 15-0, en el último, lanzaron a los bilbaínos al triunfo en la cerrada pelea por la segunda plaza tras el intocable Betis.

Mate de Demetrio ante el Prat
Mate de Demetrio ante el PratBILBAO BASKET

El Bilbao Basket va reparando su armazón anímico de una jornada a jornada. La pelea por la segunda plaza, tras el inabordable Betis, no espera a nadie. Ourense, Melilla y Oviedo han cogido postura para agarrarse a esa sombra de los verdiblancos que tanto cobija, y Granada y Palencia están a la expectativa. Ante una grieta, una respuesta inmediata del RETAbet. Los platos rotos de la derrota de la anterior jornada ante el Palma los pagó el colista, un Prat muy honrado, que da lo que tiene pero no le llega para empresas como Miribilla; las rotaciones no le aguantan, se descolocó, se quedó sin fluidez y faltó equilibrio. Los vizcaínos apretaron el acelerador en los finales de los cuartos pares: un 17-0 y un 15-0 zarandearon y de qué forma al cuadro catalán.

Los 26 puntos de contraataque decidieron. Llevaban al descanso ya un punto más que en el desaguisado de Palma una semana atrás: 46. Esa miseria entró en la historia y el equipo tendrá que esforzarse por demostrar que fue un simple accidente, un viaje a la cuneta tras el mal día previo en Valladolid. De saque, los pupilos de Mumbrú dejaron hacer al colista, que, claro, como todos, tiene jugadores a los que sin presión defensiva, saben andar el camino hacia la canasta, con bandejas desde la cabecera. Parecía un concurso de intercambiar canastas a la espera del mayor arsenal de los 'hombres ed negro'. El club barcelonés recibe hornadas anuales de jugadores que se foguean para el Joventut y algunos, como el base letón Zagars, tienen pinta de que se asomarán en breve arriba con Carles Duran. Mumbrú salpicó defensas en toda la pista que empezaron a incomodar a los visitantes. Estos empleaban la vía más directa al aro: romper en el uno contra uno al perímetro bilbaíno y penetrar por una pasarela.

La puesta en escena de Cruz supuso un punto de inflexión. El Bilbao empezó a robar balones en primera línea y a correr. Un 17-0 con 8 puntos del pívot madrileño encendió el cohete hacia la victoria: 46-35 poco después de un 22-3. Una lesión tonta de Zagars cuando cubría el balance defensivo en un contraataque rival rompió las notas que sonaban rítmicas en el cuadro de Miret. Hasta ahí, habían ofrecido un buen papel en el cinco contra cinco, aprovechando el bloqueo directo y con buenas lecturas en el final de posesión. Era el segundo partido tras una dura lesión anterior (han sido muy conservadores en su vuelta) y se dañó el otro tobillo. Solo quedaba empaquetar el triunfo en papel de regalo a la gente. Tras un pestañeo, se puso de nuevo 13 arriba (57-44 con un 9-0) y navegó por aguas muy tranquilas. Ahora le queda otra doble faena, con viajes incluidos, por los equipos en las catacumbas: Araberri (ojo que ganó en Miribilla en la primera vuelta) y Cáceres. Para completar las desgracias, Martí se lesionó de gravedad en la rodilla derecha en una penetración de Matulionis en el tercer acto. El equipo se vino abajo, porque, tal y como confirmó su entrenador, es el capitán "y como personal, alguien muy importante en el equipo". Con 69-63, a -8:27, los colegiados pitaron técnica por floping a Huertas. Los contraataques con los grandes, el arma durante toda la matinal, acabaron por resolver la papeleta. Los dos últimos partidos en Miribilla han rondado la centena. Estos son sus poderes.