Micic: un 'olvidado' de los Sixers que triunfa en el Anadolu Efes
Iba para esquiador hasta que su familia se trasladó a Belgrado. Plata con Serbia en 2017, Jasikevicius sacó lo mejor de él en Kaunas.
Vasilije Micic (13 de enero de 1994: 25 años) iba para estrella del esquí, como su hermana Nina. Nació en Kraljevo y creció, en las montañas serbias de Kopaonik, donde el trabajo de su padre les daba la oportunidad de, prácticamente, vivir con unos esquís puestos. Y donde, además, cada año se celebraba un campus de baloncesto donde Vasilije, que después creció hasta su actual 1,97, entró en contacto con su segundo amor, el primero casi a la fuerza cuando en 2003 su familia su mudó a Belgrado. En la gran ciudad no había forma de esquiar... pero todos los niños jugaban al baloncesto.
Micic fue una joven promesa balcánica que después ha tenido que superar muchas dificultades, o como mínimo altibajos para, ahora lo está consiguiendo, acercarse al nivel que prometía cuando en 2013 alcanzó la plata mundial sub-19 con la Serbia de Jokic y Milutinov. En la final sumó 13 puntos y 10 asistencias en la derrota (68-82) contra unos Estados Unidos en los que jugaban Jahlil Okafor, Montrezl Harrel, Aaron Gordon, Justise Winslow, Marcus Smart...
Mientras su hermana cumplía su sueño en las pistas de esquí (participó en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 como snowboarder), Micic era drafteado por Phildelphia 76ers: número 52 de aquel draft de 2014. Además de aquel Mundial sub-19, había brillado en el Eurocamp de Treviso, otro caladero para los ojeadores de la NBA. En aquel 2014 fueron seleccionados cuatro serbios: Nikola Jokic, Bogdan Bogdanovic y dos que no han dado el salto, un Nemanja Dangubic que cumple en el Bayern y Micic, que reconoció hace no mucho a Eurohoops que por ahora no piensa en la NBA y que, de hecho, apenas mantiene ya contacto con los Sixers.
Micic, plata con la absoluta en el Europeo de 2017 ganado por Eslovenia, ha tenido un camino irregular hasta llegar al Efes, donde ha sido MVP de la Euroliga en noviembre y es uno de los responsables de que, por fin, sea competitivo de verdad un equipo acostumbrado a gastar mucho con poco rédito y que no deja de ser una rara avis en Estambul, donde es el club de un conglomerado de alimentación y no tiene ni mucho menos el apoyo social de Fenerbahçe, Galatasaray... Un largo camino: debutó como profesional con 16 años en el Mega Vizura, en el que en la temporada 2012-13 maravilló al lado del gigante Boban Marjanovic, otro que está ahora en la NBA. Ha tenido lesiones graves de rodilla y en un codo, y en Euroliga ha tardado en despuntar. No lo hizo ni en el Bayern ni en el Estrella Roja, y lo recuperó totalmente para la causa Sarunas Jasikevicius en el Zalgiris que maravilló a Europa y se clasificó para la pasada Final Four. De ahí, a un contrato en 1+1 con el Efes y la opción, por lo tanto, de cambiar de aires este verano.
En esta Euroliga promedia 11,8 puntos, 5,2 asistencias (tercero mejor de la competición) y 12,8 de valoración. En el Efes de Ataman aporta carácter, energía, competitividad, defensa y fortaleza física que le permite jugar bien cerca del aro. También ha progresado como tirador, ahora en un 37% desde la línea de tres. Intenso, con una excelente visión de juego, cabeza para tomar buenas decisiones, instinto defensivo... Eso destacaban de él los informes de las franquicias NBA en 2014 y esas son sus grandes virtudes también ahora, cuando ya es un jugador mucho más completo, capaz de liderar en pista a su equipo y que sería, desde luego, un excelente fichaje para el Real Madrid de Pablo Laso.