COPA | REAL MADRID 93 - JOVENTUT 81
El Madrid, una bestia competitiva: séptima final en 8 años
Los blancos anularon a Laprovittola y ganaron al Joventut con oficio. Ayón, motor blanco y Deck, magnífico otra vez. Laso suma 19 victorias en 21 partidos en la Copa.
Decíamos antes de la Copa que el Madrid llegaba con dudas, porque le falta Thompkins y aún Llull no anda pletórico y, además, porque le habíamos visto en otros momentos del curso con el mecanismo más engrasado; pero es un animal competitivo de primera magnitud. Huele a título y saca las garras. Aplastó al Estudiantes y ha liquidado al Divina Seguros Joventut con oficio y tramos de gran lucidez, al son de Campazzo y Ayón. En la final de nuevo, la séptima en ocho años tras ganar 19 de 21 partidos en el torneo del KO desde 2012.
La puesta en escena blanca recordó a la del derbi: ritmo alto y mucho acierto, con Ayón impecable de principio a fin, motor de la ofensiva (16 puntos, 9 rebotes, 2 asistencias, 3 robos y 23 de valoración). Y además sujetaban a Laprovittola, ‘Mister 50’, el superhéroe de los cuartos. En una acción, el argentino giró como un tiovivo tres veces en círculo de forma inaudita para marear a Ayón, que había acudido a la ayuda, y lo consiguió. Todorovic remató con un palmeo, la metáfora de la primera parte, en la que el base jugó con el yugo al cuello y el pívot montenegrino fue el ángel rescatador de los verdinegros. El talento de Laprovittola era enjaulado por la defensa rival, primero en un largo cara a cara con Causeur (y el resto del equipo presto a la ayuda) y luego con Taylor, incluso Llull. Al descanso llevaba 2 de 10 en el tiro y 0 de valoración y se puso en -1 ya frente a Campazzo (y más tarde en -5 de nuevo ante Taylor), pero el Madrid no había roto como ante el Estu, ni entonces ni nada más volver de vestuarios: 54-48, minuto 24. Y eso que doblaba a la Penya en los rebotes.
Le frenaba sumar más pérdidas que asistencias y lanzar de tres compulsivamente sin puntería. Si fuera fútbol, diríamos que tenía la posesión y le faltaba el gol. Y como tantas veces antes, el talento se abrió camino. Minuto y medio de clarividencia con Carroll, Deck y Llull y el muro del Joventut se tambaleaba. Cayó poco después: 71-51. Un visto y no visto.
Magnífico de nuevo Deck, estajanovista en tareas arduas y, por segundo día, asesino silencioso en ataque, muy hábil en el corte y listo en el pase. Taylor completaba un puesto de alero modélico y luego Randolph se dispararía también sin alharacas. La Penya no entregó la cuchara. Mejoró Laprovittola (14 puntos) y explotó Morgan: 13 en la mitad del último cuarto. Trató de echarle el lazo a un Real que ya volaba rumbo a otra final, 48 de Copa van por 36 del Barça. Pulso eterno.